Querido diario:

Wilder y su guionista de cabecera Diamond llegaron a 1970 e hicieron un paréntesis en su estilo de cine habitual, para llevar a la pantalla a los personajes creados por Arthur Conan Doyle, “padre” del detective por antonomasia como es Sherlock Holmes.

En “La vida privada de Sherlock Holmes”, Wilder utiliza dos historias dejadas por el Doctor Watson que supusieron quebraderos de cabeza para el detective. Por un lado, la historia de un romance que vive Holmes con una bailarina rusa. Éste se finge homosexual, ya que ella quiere tener un hijo con él. Aquí Wilder juega con la ambigüedad sexual que desprende el personaje de Sherlock Holmes en los libros.
La segunda historia trata sobre una espía alemana que engaña a Holmes, aunque éste finalmente utilizará su agudeza mental para desentrañar el entuerto.

Cuando término el rodaje, la película duraba casi tres horas y media. Como la United Artists no confiaba mucho en que tuviera éxito fue recortada drásticamente. "Todo es demasiado largo, menos la vida y el propio pene", afirmó Wilder al comentar el hecho de que tuviera que acortar su película en más de una hora.
Esto fue expresado con pena, porque a diferencia de otras películas que no obtuvieron tanto éxito, y que él considera fracasos, Wilder apreciaba muchísimo “La vida privada de S. Holmes” ya que la consideraba una película muy personal.
Realmente estamos ante una película de una delicadeza poco común que retrata a un Holmes melancólico, snob, y cuya superior inteligencia le lleva al aburrimiento y al tener que utilizar la cocaína para estimularse por algo.

La película fue retirada de los cines en las primeras semanas, por su baja recaudación. Una tendencia que había comenzado con "Bésame, tonto" y que tristemente pondría fin a la carrera de Wilder antes de tiempo.