"10.000 noches en ninguna parte"

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El argumento: Un hombre joven, que vive superado por una vida gris y que parece tenerle miedo a todo, decide embarcarse en un viaje hacia los lugares a los que nunca se atrevió a ir. En ellos descubrirá que si no quieres seguir creciendo, lo único que tienes que hacer es aprender a volar. Y así lo hará, aprenderá a volar muy lejos. Esta es la historia de cómo cada vez que tomamos una decisión importante en nuestra vida, hay una parte dentro de nosotros que toma justo la contraria.

Conviene ver: Localizada en tres ciudades distintas (Madrid, París y Berlín), la película es un recorrido emocional por la búsqueda interior de su protagonista, un joven con problemas para relacionarse con los demás. Desde las relaciones afectivas, las sentimentales y hasta las sexuales, el protagonista ni empatiza ni exterioriza sus emociones. Con esta carga inicia su huida de Madrid (su ciudad natal), que le llevará a otras ciudades, y a otras vidas, en las que al no existir la imposición de una relación irá descubriendo y solucionando sus dilemas interiores. Este viaje, en todos los sentidos, es planteado por el director de la cinta, Ramón Salazar, como una excursión sensorial y vital a la que invita a los espectadores pero de una manera tan intensa que puede llegar a fatigar. Excursión que por momentos se pierde en su propio simbolismo y estética, pero que resulta atrevida para quien se enfrenta a la cinta. Cine catártico y onírico pero que se hace duro de visionar para el espectador medio mientras asiste a que el protagonista deambule por el mundo mientras encaja las piezas de sus traumas y frustraciones. El reparto le da gran valor añadido a la propuesta con un Andrés Gertrúdix sorprendente, ya va siendo hora de que le lleguen más protagonistas, y una estupenda Susi Sánchez en el papel de su madre alcohólica que dan vida a personajes sin nombre que se encuentran en fase de volver sobre lo andado para construir sus vidas e identidades desde cero.

Conviene saber: Ramón Salazar vuelve a presentar una inclasificable opción como ya lo fueron “Piedras” (2002) y “20 centímetros” (2005). Susi Sánchez consiguió la nominación al Goya 2014 como mejor actriz de reparto.

La crítica le da un SEIS