"2 francos, 40 pesetas"
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El argumento: 1974: Han pasado seis años desde que la familia de Martín volvió de Suiza, suficiente para rehacer su vida en Madrid pero no para olvidar ese país idílico en el que consiguieron despegar. Su hijo Pablo tiene 18 años, pertenece a una generación que representa el cambio, la apertura y la destrucción de las barreras ideológicas que marcaron la vida de sus padres. Será él quien arrastrará a toda la familia de vuelta a Suiza, encontrando en su camino otras formas de vida y descubriendo lo mucho que le queda por saber. Una comedia coral que añade un trasfondo social que incide sobre temas que hoy están más de actualidad que nunca. ¿Dónde queda la identidad de los emigrantes? ¿Qué salida tienen los jóvenes en España? Una aventura para averiguar el valor de las raíces y la constante necesidad de aspirar a algo más fuera de nuestro entorno.
Conviene ver: Carlos Iglesias retoma la historia de su primera película, "Un franco, 14 pesetas", y vuelve a contarnos un pedazo de nuestra Historia más reciente desde el punto de vista de esta familia que, tras regresar de Suiza, se enfrentan al tenso final del franquismo. Sin embargo, con menos carga dramática y emocional que en su predecesora en la que el desarraigo y la miseria sobrevolaba el conjunto, en esta ocasión Iglesias apuesta, y fuerte, por la risa, no cayendo en revisar lo que en la televisión y en el cine tantas veces se ha revisado. Por todo ello, no debemos acercarnos a esta película como si de una continuación se tratara. Es verdad que son los mismos personajes, pero ahora tratados con otro tono. Se pierde la melancolía y se gana en toque bufonesco y de enredo y algunas historias menos consistente como toda la trama del hijo. Al final, se echa en falta la potente narrativa de “Un franco, 14 pesetas”, sorprendente y meritoria ópera prima que desmontaba tópicos a golpe de verdad, humanidad y nostalgia, pero el intento de ahora queda compensado por la honestidad con la que trata a los personajes y con el talento innegable para la comedia de ese tándem formado por Carlos Iglesias y Javier Gutiérrez.
Conviene saber: Ya es el tercer largometraje de Carlos Iglesias, siempre preocupado por nuestro pasado y el papel de la memoria histórica así como del desarraigo y dolor de una generación, tras “Un franco, 14 pesetas” (2006) e “Ispansi (Españoles)” (2011).
La crítica le da un CINCO
