Teléfonos de cine
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>Querido diario:
El sonido de un telefono llamando es la señal más breve que nos separa del mayor desastre o de la alegría más grande. Por eso las películas fueron mudas hasta que se empezó a usar el teléfono, aunque los historiadores del cine no quieran verlo. Cárgate el teléfono y te has cargado el cine.
Cary Grant dixit:
“Un beso sólo podía durar tres segundos. Nos besamos y hablamos, nos separamos y volvimos a besarnos. El teléfono medió entre nosotros y nos trasladamos al otro lado del aparato. Fue un beso que empezaba y concluía; los censores no tuvieron motivo para suprimir la escena, porque nunca nos besábamos más de tres segundos”.
Ahí lo tienes querido diario. Fue la escena de la que más se habló durante años en Hollywood y la resolvió el teléfono. “Encadenados” sería otra cosa sin ese teléfono.
Y hasta en la vida real, si es que existe esa cosa, el teléfono estuvo a punto de cargarse a uno de los genios del cine más grandes que me he comido.
Groucho había puesto todos sus ahorros en la Bolsa y…
“Hubiese perdido más, pero ése era todo el dinero que tenía. El día del hundimiento final, mi amigo, antaño asesor financiero y astuto comerciante, Max Gordon, me telefoneó desde Nueva York. En cinco palabras, lanzó una afirmación que, con el tiempo, creo que ha de compararse favorablemente con cualquiera de las citas más memorables de la historia americana [...] Charlatán por naturaleza, esta vez ignoró incluso el tradicional ‘hola’. Todo lo que me dijo fue: ‘Marx, la broma ha terminado’. Antes de que yo pudiese contestar, el teléfono se había quedado mudo.”
Groucho decidió no suicidarse porque el desastre había afectado a muchos de sus amigos y prefirió llamarlos por teléfono y llorar.
Y ahí no queda la cosa porque ahora el teléfono es más. Lars von Trier es un “rarito” de los que le tiene fobia al avión y a los viajes en general, hasta pensó en la ruta que tendría que hacer para poder ir a Cannes ¡en pirágua!. Cuando se compró un móvil moderno, no paró hasta que logró que la señal de llamada fuera la Internacional.
Podría estar horas contándote cosas así, pero me ha excitado este reportaje y contigo no se puede hablar por teléfono. Paso de ti, diario.
