Paisajes de película: La charca Jusan

Siento mucho que mi postal pueda ser la última que te llegue de las de todos los primos, pero comprende que estoy en un sitio muy lejano y el correo tiene algunos problemas. Unos se van de viaje para conocer la historia, otros para ver lugares, para irse de fiesta, pero uno de los ejercicios más saludables es el de viajar para descansar, para relajarse. Por ello, te escribo desde Oriente, desde el lugar en el que el monje niño de "Primavera, verano, otoño, invierno y primavera"
se cultivó como persona bajo las lecciones de su maestro.
La película tiene un mismo escenario durante toda la cinta, paisaje que nos ocupa en el día de hoy. Estamos en un lago rodeado de árboles en el que surge un monasterio budista. El edificio fue construido expresamente para la película sobre la charca Jusan situada en la provincia de North Kyungsang. Esta charca, es un lago artificial creado hace 200 años en el que las montañas que la rodean se ven reflejadas en las aguas. Por aquí se pueden encontrar árboles centenarios lo que es un escenario ideal para una película en el que el pasar del tiempo, de las estaciones, de las etapas de la vida, tiene una gran importancia. La productora coreana LJ Films tuvo que sudar tinta china, o mejor dicho tinta coreana para que el Ministerio de Medio Ambiente del país le permitiera construir los escenarios y rodar en el lugar tras seis meses de negociaciones, ya que las autoridades no querían que la zona sufriera ningún daño. Ante la elección del lugar y su simbología en la película, esto es lo que declaró el director de la cinta, el cada vez más prestigioso Kim Ki Duk: ""Intenté retratar la alegría, la cólera, el dolor y el placer de nuestras vidas a través de cuatro estaciones y de la vida de un monje que vive en un templo, sobre la charca Jusan , rodeado únicamente de árboles y montañas: los cambios que se producen en los seres humanos, el significado de la madurez en nuestras vidas y cómo se produce ese crecimiento, la crueldad de la inocencia, la obsesión por los deseos, el dolor causado por nuestras crueles intenciones y la emancipación a través de luchas".
La película no se hace ni mucho menos pesada, aunque uno no sea aficionado al cine oriental. Es una película sobre la evolución de la vida, nuestras enseñanzas, nuestros deseos y sin duda Kim Ki Duk realizó una gran elección en este lugar. Por cierto, ya sabes que el propio Kim Ki aparece interpretando a uno de los personajes. Él encarna al protagonista en su madurez, al monje al que hemos visto crecer desde niño.
Corea
es mucho más, pero yo quería centrarme en este lugar tan significativo. De cerca aún impresiona más su silencio y paz. Si quieres conocer las claves de una buena ruta por el país te adjunto esta guía en español.