Salma, pequeña grande
Querido diario:
Salma es una mujer de tamaño pequeño, un metro con cincuenta y siete centímetros, y de seguridad en sí misma muy grande.
Una vez al mes por lo menos, El Venas y yo le pedimos a la psico que se encarga en La Clínica de creerse que es ella, que nos haga de "Satánico pandemonium" y a cambio prometemos mirarla como bobos cuando empieza a sonar esto....
Ya te he contado sobre ella en alguna otra ocasión.
Salma y su hermano Sami fueron dos niños mimados por la fortuna, hijos de un empresario libanés rico y una madre mejicana cantante de ópera, que pensó que quería ser actriz en 1971, es decir con 5 años, después de ver "Willy wonka y la fábrica de chocolate". Era un buen comienzo, que consolidó logrando que la expulsaran del internado de monjas de Nueva Orleáns donde empezó a aprender inglés muy pequeñita.
La primera vez que se dio cuenta de que tenía "tirón" fue con el culebrón mexicano "Teresa", porque cuando acabó de emitirse hubo una manifestación en la calle al grito de: ¡Te quiero Teresa!
Se confirmó que iba para estrella al caer sobre ella la rumorología del higadillo sensacionalista cuando se largó a Usamerica y las comadres contaban como algo seguro que se había tenido que largar a Los Ángeles porque estaba embarazada de Carlos Salinas de Gortari.
Al margen del culto que profesamos por "Abierto hasta el amanecer", hemos hecho una encuesta en la planta del centro y ha salido que "El gran golpe" es la mejor ocasión de ver a Salma Hayek en todo su esplendor: escotes, bikinis, piel dorada y camisetas apretadas.
Eso en plan sexy, y en plan "Aquí está también mi cerebro" lo mejor es verla manejándose con los periodistas… Y si no, escucha este mp3 de su paso por Madrid….