"Alatriste": Buen reparto, amplias localizaciones y curiosidades del rodaje

Apostar por este monumental proyecto es apostar a caballo ganador. El interés que ha despertado en nuestra sociedad se vio desde el mismo momento en que se anunció el reparto, que estaría en manos de un respetado director y guionista, Tano Díaz Yanes. En su presentación oficial, ya se vio que no iba a ser únicamente Viggo Mortensen quien llevase la responsabilidad a las espaldas. Díaz Yanes tenía en sus manos algo con lo que hacer algo realmente impresionante, los mejores exponentes de nuestro país, y un presupuesto para recrearse en todo. Elena Anaya, Blanca Portillo, Eduardo Noriega, Javier Cámara, Eduard Fernández, Ariadna Gil, Únax Ugalde... ninguna cinta había reunido a tantas estrellas del panorama cinematográfico patrio.

Desde el primer día, las colas para formar parte de esta magna obra eran algo habitual en los ayuntamientos, universidades y escuelas de bellas artes donde se realizaban casting para extras de las diferentes localizaciones de rodaje. Todo el mundo quería estar, nadie quería quedarse fuera. Úbeda, Baeza, Cádiz, Sevilla, Madrid, León, todas ellas habían dejado de ser ciudades democráticas para convertirse en localidades imperiales del Siglo de Oro, y sus habitantes, habían pasado a ser panaderos, vendedores ambulantes, guerreros, aguadores, y por qué no, los clásicos marginados de la literatura y el arte como los mendigos o el patizambo. Todo parecía sacado de un cuadro de Velázquez, con su bella suciedad propia del comienzo de la decadencia del Imperio Español.

Y en medio de todo este espectáculo, un grupo de actores que tenían la responsabilidad de hacer creíbles unos personajes admirados y queridos por millones de lectores del best seller de Pérez-Reverte. Con Viggo Mortensen llevando la batuta de este proyecto, el resto de actores parecían un poco apartados de las cámaras y el bullicio. Para todos ellos significaba la oportunidad de sus vidas, la gran película que los encumbraría. Pero antes de comenzar, Resines debió abandonar el proyecto y fue reemplazado por Enrico Lo Verso. Lo que comenzaba como un traspiés acababa siendo un auténtico sueño para todos los que participaron en la cinta. Para todos ellos, el rodaje ha significado el encontrar una especie de familia, y donde todos han aprendido algo, y les han ocurrido pequeñas anécdotas que pasarán a formar parte de los mejores momentos que han vivido. Una sorprendente Blanca Portillo comentaba emocionada que el director la eligió a ella por que nadie mejor que yo para hacer de un malvado hombre de negro corazón, como es su personaje, el inquisidor Bocanegra. Pero no fue ella la única a la que le ocurrió algo así. Juan Echanove reconoce que vio las intenciones de Díaz Yanes cuando al salir de maquillaje, vio que se había convertido en el auténtico Quevedo. Otros actores cuentan anécdotas más sentimentales. Elena Anaya cuenta que aún guarda el guión que me entregó Tano en persona, con anotaciones, algo muy personal, y que guardo en casa desde entonces como un detalle precioso. Y Javier Cámara aseguraba sentirse realmente orgulloso de ser el hombre que por aquel entonces llevaba los designios de todo el Imperio Español, puesto que interpreta al Conde-Duque de Olivares, valido del rey de España.