"El motorista fantasma", el videojuego

Querido necrófilo:

Cuando me enteré de que se iba a rodar una película llamada "El motorista fantasma" no me podía quedar de brazos cruzados. Me fui a tu celda, cogí los restos que tienes guardado de lo que era mi carne corporal e intente fusionarme alma-cuerpo en lo que fui una vez, el gran Steve McQueen, el motero por antonomasia del cine.
El papel en “El motorista fantasma” lo tenía todo para mi. Ten en cuenta que en muchas ocasiones el motorista, ya que ha pactado con el diablo, tiene muchas escenas con la calavera al descubierto y envuelto en llamas. Era perfecto, el ya estar muerto permitiría que mi calavera luciera sin problemas.

Lo tenía ya casi a punto para firmar, sobre todo después de ver a la latina cañón que sería mi compañera y lo que ella se dejara en la película, pero al ver el videojuego decidí no introducirme en esta complicada aventura. Había que hacer muchas filigranas con la moto y jugar con unas cadenas. Ese rollo sadomaso no me va mucho...

Me enchufé el videojuego oficial que han sacado los amigos de TAKE 2 y me tuve que conformar con vivir la experiencia desde el otro lado de la pantalla. Una experiencia espectacular y de gran poderío visual. El Motorista Fantasma es un gran tormento para el Johnny Blaze interpretado por Nicolas Cage, pero la verdad es que es cuando la calavera y el juego entran en acción cuando más gozamos con la consola.

Si pretendes encontrar algún tipo de argumento en este juego, olvídate de ello ya que este es una sucesión de destrucción de enemigos por todo aquel camino en el que la moto de nuestro protagonista decide pasar. La exploración y la investigación queda totalmente al margen de estas escenas.
Disfruto como un loco en esas escenas en las que la moto tiene un especial protagonismo. Son momentos muy bien elaborados y muy potentes visualmente, sobre todo cuando se te ocurre derrapar lo que ya provoca una excitación total del conductor. Los creadores de estas fases del juego han sido los mismos que los de la saga MotoGP, por lo que es de agradecer que los artífices del videojuego que nos ocupan hayan confiado en los que posiblemente sean los mejores diseñadores gráficos de juegos de velocidad. Eleva muchísimo el conjunto.

Los gráficos, sobre todo las escenas con fuego, están muy conseguidas y dan una sensación de agobio y calor en el momento de jugarlas. Me tuvo que quitar la chupa de cuero en estas escenas, ya que soy motorista pero no me gusta perder quilos innecesarios sudando como un cerdo, cuando ya estoy en los huesos de por si.
El principal accesorio con el que contamos en la partida es la cadena ardiente que luce el motorista y que de golpetazo en golpetazo provoca que nos hagamos respetar entre los enemigos que salen a nuestro encuentro. También contaremos con la llamada “mirada de penitencia” y con un potente rifle que haría las delicias de Charlton Heston.
A destacar también en el apartado técnico el potente sonido y el buen uso de la música heavy en los momentos climax de la acción.

Lo mejor: El potente apartado audiovisual, las carreras con la moto y el buen manejo de los accesorios del motorista.

Lo peor: En algunos momentos puede convertirse en un juego muy esquemático y monótono debido a su falta de argumento y a la poca variabilidad entre las escenas.

Presentación: 7
Jugabilidad: 8
Gráficos: 8
Sonido: 7´5
Argumento: 6´5
Personajes: 7
Valoración cinematográfica: 7´5
Total: 7´35

Un saludo de Steve, Steve McQueen