El cine de mi vida: María Galiana
Querido primo Teo:
El otro día visité a María Galiana en el Teatro Alcázar, donde está representando "La casa de Bernarda Alba". Ella acababa de llegar del AVE, tenía en el camerino la maleta y la ropa de su personaje, la Poncia, colgada de una esquina. Un espejo, un par de sillas y una mesita. Nada más. Todavía no había llegado el resto de actrices y actores (en la casa de Bernarda es
ese el orden). Me confesó que prefiere el cine al teatro, a Bernarda antes que a la Poncia, al menos como personaje, que nació en Triana aunque vive y se siente de la Macarena y que al cine le gusta ir sola. O con sus nietos.
Ha hecho cientos de personajes secundarios y pequeños papeles en producciones de aspirantes a director. A María Galiana la definieron en la presentación de "Solas", la película por la que ganó el Goya, como "La musa del corto andaluz". Ella era catedrática de Historia del Arte en un instituto de Sevilla, pero colaboraba con todos los nuevos directores que se lo proponían. Cada vez que necesitaban una actriz madura para un corto, ahí estaba ella. Después de jubilarse como profesora empezó realmente a dedicarse al cine y el teatro. Y la televisión, claro.
Tiene el mismo acento sevillano con el que actúa y no tiene ademanes de estrella. Se ríe mucho, es muy cercana y, además, sabe mucho de cine. Es una enciclopedia. Le ofrecí una celda suite en La Clínica, pero se lo tomó a broma. Yo no descarto que nos la manden para acá, así podría darnos clases entre electro-shock y electro-shock. Clases de cine, claro.
Ahí va un adelanto de esas clases. Tu primo Luis.