Ed Harris, siempre seguro, eficiente, eficaz, directo, claro y aplaudible. Uno de los actores que hacen de la naturalidad una virtud. No va de divo, no es una estrella a pesar de 4 nominaciones al Oscar y haber participado en más de una película taquillera. Hace las películas que le gustan y pocas veces le vemos en un bodrio. Es siempre tan regular que todavía no ha tenido su gran papel indiscutible. Ha sido astronauta, el ojo de Gran Hermano, un escritor enfermo de sida, un policía corrupto, un sacerdote dubitativo, un mafioso implacable, el músico sordo más genial de todos los tiempos y un pintor abstracto. De todo y para todos.
Harris salta a "El papelón de su vida" como flamante director y actor de "Appaloosa" , película que se estrenó este viernes y que supone un ejemplo del western que nos llega en los últimos años. Harris, artista inquieto, asume con este su segundo proyecto como director tras "Pollock". Quizás es tan bueno que es complicado distinguirle por un papel frente a los demás, pero la forería ha superado el reto tras una elección muy disputada.
"Las Horas" ha quedado como una historia de mujeres, como un fresco en torno al cual se cruzaban tres historias femeninas que habían tenido la obra “La señora Dalloway” de Virginia Woolf como inspiración. Estaba Nicole Kidman, Julianne Moore y Meryl Streep, pero entre ellas estaba en un pequeño papel Ed Harris. Un rol breve pero muy intenso en el que interpretaba a un escritor homosexual aquejado de sida, fiel amigo del personaje de Meryl Streep.
Una interpretación estupenda en la que con solo unas escenas dejaba patente la amargura, el sentimiento, el dolor y el desgarro. Fue su cuarta candidatura al Oscar que, como suele pasar en él, se quedó en infructuosa. Nos da igual, actores como estos no son de ese mundo de los premios. El reconocimiento público ya lo tiene. Que mejor que dejarte con uno de sus momentos incluyendo una despedida antológica para un personaje de ese tipo.
En el programa de esta semana celebramos con Mary Carmen Rodríguez (también editora del podcast) los 50 años de "La conversación", la primera de las dos Palmas de Oro de Francis Ford Coppola que es todo un ejercicio de precisión quirúrgica a la hora de sustentar la tensión del thriller setentero. Alice Rohrwacher estrena "La quimera" y ello nos lleva a repasar un universo ya imprescindible en el cine contemporáneo lleno de referencias y simbolismos pero también de reivindicación, rebeldía y libertad creativa. In Memoriam dedicado a Jaime de Armiñán, un grande del cine español quizá algo infravalorado, las apuestas de Colgados de la plataforma y la crítica de las favoritas "HLM pussy" y "Pájaros". ¡Muchas gracias por escucharnos!
Con espíritu de fábula y atmósfera de realismo mágico Alice Rohrwacher es una de las directoras que mejor ha casado el característico neorrealismo italiano que creó escuela en una época con la fascinación por la tierra, la tradición, la música, el baile y el amor. “La quimera” no hace más que asentar un sello propio tan soñador y necesario como inconfundible e imprescindible. A sus 43 años Alice Rohrwacher ofrece una estética definitoria no carente de existencialismo, humanidad y sensibilidad conectando al hombre con la naturaleza así como con el arte como nexo de unión y de razón de ser entre el pasado y el presente, entre la vida y la muerte.
El próximo estreno de “Los buenos profesores” sigue con la tradición del cine de francés de enfocarse en el mundo de los educadores que se justifica en el hecho de que en el país galo el séptimo arte y el sistema educativo han estado íntimamente ligados desde el final de la Segunda Guerra Mundial. El cine fue considerado un escaparate para mostrar los horrores de un conflicto que no se quería volver a repetir. Las películas se convirtieron en una herramienta idónea para la educación popular a la que podían tener acceso desde cualquier estrato social, incluidos los más desfavorecidos, curiosamente aquellos a los que el gran estado francés está dejando de lado. Eso es lo que vienen señalando los directores franceses desde hace varias décadas.
Francis Ford Coppola está de actualidad, por un lado ha sufrido la pérdida de su esposa y colaboradora Eleanor, que en “Corazones en las tinieblas” documentó esa locura que fue el rodaje de “Apocalypse Now”, y por el otro ha sido seleccionado para competir en Cannes con “Megalópolis”, una película tan arriesgada que nadie quiere estrenar. Su presencia en el certamen más importante del mundo coincide con los 50 años de su Palma de Oro con “La conversación”. A dicha película le dedicamos nuestros clásicos y joyas de la semana.