En un verano con escasas apuestas apetecibles en el mundo de la ficción televisiva, el canal Showtime se ha desmarcado de la apatía general con una nueva serie de hospitales (que originalidad) que tiene como protagonista a una enfermera de dudosa moral. "Nurse Jackie" lleva emitidos cuatro capítulos en Usamérica y ya se ha revelado como una de las apuestas que más visos tienen de perdurar de cara a la nueva temporada. La cadena no ha tardado en renovar la serie por una segunda temporada. Una nueva personalidad ambivalente que se une a la galería de un canal por el que también desfilan Dexter o Tara.
Planteada en el formato de comedia, y con una duración de 30 minutos cada capítulo, nos adentra en un hospital de Nueva York en el que Jackie es la clásica enfermera atenta y eficiente, que pasa más tiempo atendiendo a los pacientes que en su propio hogar, pero que debe toda esa energía a los chutes que se mete en vena cuando encuentra una pausa. Una dependencia que en la serie está planteado más como un punto jocoso que como el peligro que supone que nos encontráramos en circulación a una enfermera como ella. La enérgica Jackie tiene además muy clara su posición y no duda en soltar lindezas como “Los médicos diagnostican enfermedades, nosotras curamos”. Una premisa propia de una mujer de carácter que tiene bien clara su posición dentro de su entorno laboral, circunstancia que le ayudará a tener que elegir entre el bien y el mal en los pacientes que atienda. Uno de los más interesantes contemplado en el primer capítulo era una Jackie que se debatía en robar a un hombre cruel y sin escrúpulos para entregar ese dinero a una joven embarazada que se acaba de quedar viuda.
La serie, a la que hay que agradecer un cuidado técnico muy superior a la ya comentada y también hospitalaria "Mental", no sería lo mismo sin su protagonista, una estupenda Edie Falco que cambia de registro y borda su papel después de que ya marcara historia televisiva como la Carmela de “Los soprano” por la que consiguió tres premios Emmy y dos Globos de Oro. No ha quedado eclipsada por ese personaje demostrando ahora que es el principal aliciente de una serie que gira en torno a ella contando también en un segundo plano con el doctor Fitch Cooper interpretado por Peter Faccinelli (de momento parece más su confidente y amigo de confianza que un posible amante para Jackie) y por Mohammed de la Cruz, encarnado por Haaz Sleiman y al que recordarás por ser el joven inmigrante de “The visitor”. También a destacar la doctora con la que Jackie tiene una mejor relación entrelazando entre las dos diálogos muy divertidos.
Buenas dosis de comedia negra e ironía inteligente que si se mantiene se convertirá en la serie revelación del verano en Usamérica. Jackie busca ser buena, y seguramente lo conseguirá a lo largo de la serie, pero como dice en el capítulo piloto... “Todavía no”. Seremos testigos de ello.
Hoy vamos a hablar de "Centauros del desierto" (1956), una de las películas más conocidas de John Ford. El mismo año de su estreno vieron la luz dramas como "Gigante" de George Stevens o "El hombre que sabía demasiado" de Alfred Hitchcock. Y por estos pagos se estrenaba "Y Dios creó a la mujer" del francés Roger Vadim o "Calle mayor" de Juan Antonio Bardem. Pero hoy nos vamos a Monument Valley con John Ford.
Estamos escuchando I remember youde Christopher Bear y Daniel Rossen para la banda sonora de "Vidas pasadas", una de las nuevas películas de A24 que se ha convertido en uno de los fenómenos del año entre crítica y público. Hoy analizaremos la intimista y preciosa composición de estos artistas indies en una nueva tendencia al alza dentro del mundo de las bandas sonoras.
Molly es camarera en un hotel de lujo y el personaje femenino más entrañable de los thrillers publicados en el último año. A sus veintipocos años no tiene amigos, vive con su abuela en un apartamento pequeño, es tímida y reúne todos los requisitos para ser víctima de abusadores y desaprensivos. Observa la realidad y la analiza con una sencillez y una bondad que puede hacerla pasar por boba. Pero no lo es.
Partiendo de los cuatro años de ocupación nazi de París durante la II Guerra Mundial, entramos en un drama bien construido, donde la moda no es lo único, aunque sí las personas que vivieron de ella y con ella. La mañana del 12 de febrero de 1947 Dior presentó su primer desfile de moda. Todavía estaban muy presentes los dolores y las angustias de la guerra. Estados Unidos vertía en Francia más millones de dólares que en ningún otro país, pero todo parecía poco para superar la depresión social de varios millones de franceses divididos entre resistentes y colaboracionistas.