La publi de Reginaldo Pe: Fin del reinado del Emule
Hablando de pirateo, el “Venas” me tiene que pasar unas revistas de "Anarcoma" que me prometió la semana pasada. Esta celda es muy solitaria por las noches…

Hablando de pirateo, el “Venas” me tiene que pasar unas revistas de "Anarcoma" que me prometió la semana pasada. Esta celda es muy solitaria por las noches…
email Galicia - 17.07.2009 a las 10:11
Totalmente de acuerdo. Hace tiempo que llevo diciendo que lo que terminará con la piratería no serán leyes absurdas sinó un cambio en el modelo de negocio. Cuando haya algo como el "spotify" para el cine, o que se puedan ver en las webs de las distribuidoras se acabó el problema de la piratería. La gente preferirá ver los minutos de anuncios que ponen al principio de la película (los mismos que también ponen en las salas por cierto) que esperar horas o días en descargar la película para poder verla. Los usuarios ganarán en facilidad para ver la película y las distribuidoras ganarán con la publicidad que todos veremos, incluso cuando la película luego resulte un bodrio y la cortemos a los 10 minutos de visionado, pero esa es otra historia.
Ig - 18.07.2009 a las 10:25
La "mula", es decir, las redes p2p no corren ningún peligro como tales, ya que son una tecnología de intercambio de información realmente productivas desde el punto de vista informático.
El que esas redes se uses para "compartir ficheros con derechos de autor" es culpa totalmente de las distribuidoras. Si en vez de ver la red como un enemigo la hubieran tomado como un aliado las cosas hubieran sido muy distintas.
¡Que tengo que esperar a ver cualquier cosa, aún encima sin sus voces originales, a veces incluso dos años!. ¡¡¡NI DE PUTA COÑA!!!.
Por suerte, con el P2P puedo ver la película o serie favorita y no tengo que andar rezando para que a alguna distribuidora se le ocurra publicarla en mi país.
No nos olvidemos que con esto, quien gana es la cultura global y quien pierde es un modelo obsoleto de comercialización de contenidos creado en el siglo XX y anclado aún a ese siglo.
Yo siempre pienso en los pobres escribanos, lo cabreados que debían de estar con ese cabrón que inventó la imprenta :P.