Cine en serie: "Allegiance", la invasión rusa a la tele americana

Querido Teo:

Primero fue "The americans" y ahora "Allegiance". Y es que no hay nada más interesante que la actualidad para enganchar a la gente al televisor. La eterna rivalidad ruso-americana había estado unos años (lustros quizás) dormida esperando la ocasión para atormentar y, a su vez, entretener una nueva generación mucho más política que en la "guerra fría" y que gracias a la globalización y nuevos medios sabe de primera mano que hay un pulso directo entre Rusia y el resto del mundo.

"Allegiance" es una serie con una premisa relativamente sencilla pero muy bien ejecutada. Basada en la serie "Gordin cell" (Israel), la trama se centra en una familia de origen ruso establecida en suelo americano. El primogénito de la familia Alex O'Connor (Gavin Stenhouse, un prácticamente desconocido que interpreta realmente bien su papel) es un analista de la CIA con unas dotes espectaculares para su trabajo que incluyen memoria fotográfica y una gran capacidad de síntesis y resolución de problemas pese a llevar cuatro meses en el cargo. Poco a poco sabremos que su infancia no fue fácil y podemos intuir cierto trastorno mental que, por otro lado, le proporciona estas habilidades en su trabajo. Cargado con un sentido del honor y la lealtad por encima de nacionalidades, no sólo en su empresa va a encontrar problemas difíciles de solucionar.

Y es que su familia (padres) son espías rusos huidos (en el caso de su hermana espía en activo, trabajando para el SVR, lo que sería la antigua KGB) si bien este pequeño detalle nunca ha sido comentado en las reuniones familiares.

Al enterarse los rusos de la posición de privilegio de Alex, no dudarán en reclutar una vez más a sus padres para que le convenzan y se convierta así en un agente doble. Coincidirá este encuentro con el momento en el que Alex comienza a trabajar en un caso que plantea un posible ataque terrorista por parte rusa a los Estados Unidos. Imposible no llevarse el trabajo a casa. Sus padres no podrán evitar espiarle y volver al trabajo activo aún corriendo el riesgo de ser descubiertos por su propio hijo (el cual queda claro no dudaría en entregarles). Vamos, los problemas que nos encontramos en nuestras casas todos los días.

En el papel del padre, Mark (Scott Cohen, "La escalera de Jacob" y "Las chicas Gilmore"), un enamorado hombre de negocios que fue reclutado (no lo somos todos...) por la que acabaría siendo su mujer, Katya. Interpretada por Hope Davis ("Arlington Road" y "American splendor"), su personaje ha intentado alejarse de su anterior vida pero parece que los genes han sido más fuertes que eso y se avecina una gran competición entre sus hijos (ambos "espías") al igual que entre las dos naciones, la que la vio nacer y la que la ve vivir pacíficamente.

Es cierto que aprovecha el tirón político actual pero "Allegiance" es una serie sobre todo muy entretenida. Con un toque desenfadado (muy interesante el tratamiento de las escenas a través de la música y los guiños "faciales" de los personajes) compagina muy bien la acción, el drama de espías y ciertos gags de comedia que al principio resultan chocantes pero se agradecen. Sobre todo es una serie directa, en la que los cambios de escena a escena son rápidos pero sin ser atropellados. El ritmo es frenético y sólo en el piloto ya hay una cantidad enorme de información que procesar, huyendo de alargar la historia para rellenar episodios.

Por supuesto, esto no es "Homeland" ni "The americans", aunque podemos encontrar ciertos "patrones" similares, ni tampoco creo que intente acercarse a una serie así. La magia de "Allegiance" está en huir del drama psicológico o del show demasiado intelectual y centrarse en una trama relativamente sencilla pero muy dinámica, consiguiendo así posicionarse en un espectro poco explotado pero que puede llegar a tener mucho recorrido. Esperemos que estos primeros 13 episodios que componen la temporada tengan continuación.

Últimamente todas las series me gustan... quizás mi corazón se acerca demasiado a San Valentín.

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David Volcano