Cine en serie: "Gentleman Jack", lesbiana y victoriana

Querido Teo:

El corazón de York es Our Lady Row, la hilera de edificios más antiguos de la ciudad, construidos en 1316; apenas dejarla atrás, se encuentra la entrada algo escondida de la Iglesia de la Santísima Trinidad. Es un templo del siglo XV, íntimo y delicado. Se puede uno sentar en cualquiera de los bancos de madera originales. Nunca sabremos si es el mismo donde se sentaron dos mujeres a mediados del siglo XIX.

Una de ellas mereció hace menos de un año que se instalara una placa. Conmemora “el compromiso matrimonial sin reconocimiento legal” que se celebró allí en 1834. A Anne Lister, una terrateniente "no conforme con su género”. Se interpreta como el lugar donde se produjo la primera boda lésbica en el Reino Unido. Al tiempo que la placa se sumaba a otros recuerdos que acoge la iglesia, la BBC y HBO rendían su propio homenaje en forma de ocho capítulos de televisión, dedicados a los últimos años de Ana.

“La gente normalmente remarca cuando paso lo, mucho que parezco un hombre. Creo que lo han hecho más de lo normal esta tarde […] Tres hombres han dicho ‘Es un hombre, ¿se te levanta? No sé, hoy me siento desanimada”, escribió en su diario Anne Lister, apodada Gentleman Jack. Es la mención más citada sobre los comentarios que escuchó desde los 14 años, cuando ya era muy consciente de su homosexualidad.

La serie recoge el ambiente, las costumbres y las relaciones humanas en una Inglaterra que comenzaba a vislumbrar la revolución científica apoyada en el carbón, "un negocio muy sucio", como le insiste a Ana su padre, y que juega un papel importante en la trama. La historiadora Helena Whitbread tuvo que dedicar cinco años a la transcripción y descifrado de los diarios de esta mujer de principios del XIX, porque los escribió con un código propio; algo habitual también en los escritos de los hombres homosexuales victorianos, una mezcla de latín, griego, símbolos matemáticos y zodiacales. Por ejemplo, escribía una letra "Q" al margen cuando tenía una relación sexual; “me duelen las rodillas” expresaba deseo y “grabble” (un antiguo término inglés para referirse a excavar) indicaba penetración; “ir a Italia” significaba que deseaba o había tenido una relación sexual completa. Cuando escribe “incur a cross (provocar una cruz)" indicaba la propia masturbación. Quedarse exclusivamente en las descripciones detalladas de sus relaciones sexuales con muchas mujeres es superficial y la serie no lo es.

Anne escribió cuatro millones de palabras en dos libros azules y 24 volúmenes de pasta dura. Los diarios permanecieron más de 60 años en su propiedad en York, hasta que fueron leídos con detalle e interpretados por otro miembro de la familia, John Lister, a mediados de 1890, con la ayuda de un amigo bibliotecario que propuso quemarlos. Por suerte quedaron ocultos tras unos paneles de madera hasta que pasaron a la biblioteca pública de Halifax, a comienzos de 1930. Las reflexiones de Anne Lister fueron reconocidas en 2011 por la UNESCO por su valor “crucial” para la Historia británica.

Anne pudo enfrentarse con el puritanismo gracias a su posición de terrateniente y, sobre todo, a un carácter que superaba al del hombre más decidido, interpretado excelentemente en la serie por la actriz Suranne Jones. La serie arranca en 1832, ocho años antes de morir Anne, junto a la última de las mujeres más importantes de su vida, Ann Walker, con la que quiso reproducir un matrimonio heterosexual tanto como fuese posible: hacer votos de amor y fidelidad la una con la otra, intercambiarse anillos y tomar la comunión juntas en el altar.

Acostumbrada a vestir siempre de negro, la apodaron Gentleman Jack por una imagen y una actitud más propias de los hombres. Esa actitud, su manera de enfrentarse con problemas, con injusticias, es la mejor parte de la historia recreada para la serie.

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Carlos López-Tapia