Cine en serie: “Mozart in the jungle”, allegro ma non troppo

Querido Teo:

Hace poco te hablé de "Transparent", una producción de Amazon Studios cuyo piloto pudimos ver el pasado Febrero, y hoy le toca el turno a otra de las series que pasaron el corte consiguiendo firmar una temporada. Me refiero a "Mozart in the jungle", una serie que nos sitúa en un escenario muy conocido, la ciudad de Nueva York, pero que nos muestra un aspecto de ella que pocas veces llega a la pantalla, el mundo de los músicos clásicos.

Como ya te dije cuando se estrenó su piloto, esta historia se inspira en un libro autobiográfico que nos cuenta el lado más salvaje de las orquestas que tocan en la Gran Manzana, y de las batallas internas que suceden lejos de la vista de los asistentes a los conciertos. Sexo, drogas, sueños rotos y esperanzas frustradas contrastan con la posibilidad de cumplir un sueño de infancia y tocar en la Filarmónica, algo para lo que estos artistas se han estado preparando toda la vida.

El punto de partida de esta historia es un relevo generacional en el puesto de director de una de las orquestas de la ciudad. El director saliente, un hombre serio, formal y clásico en todos los sentidos de la palabra, deja paso a una joven promesa, excéntrico y que pretende cambiar de arriba a abajo la orquesta que el antiguo director ha ido construyendo al cabo de los años. Pero este cambio tiene un buen motivo, y es que la orquesta necesita desesperadamente una inyección económica para mantenerse a flote. La directora, en un último esfuerzo, ha dado al nuevo director carta blanca para cambiar todo lo que necesite, y con suerte atraer más público y más donaciones.

Obviamente esto no sienta nada bien al antiguo director, que se siente traicionado por la directora y ve al nuevo como un bufón que pretende ganarse al público con un par de juegos de manos y que no respeta lo suficiente el material clásico que debe interpretar. El nuevo director, por su parte, tendrá que luchar contra el "status quo" que se ha establecido en la orquesta, y que le supone un lastre a la hora de darlo todo en las noches de concierto.

Aparte de esa lucha de titanes, buena parte de la trama nos mostrará la historia de uno de esos intérpretes que llegan muy jóvenes a la ciudad, esperando una oportunidad para demostrar lo que valen ante las figuras del mundillo. Como te puedes imaginar, muchos son los llamados y pocos los elegidos, lo que hace que deban ocupar el tiempo trabajando en alguno de los musicales de Broadway, o dando clases de música a niños de familia bien, para, al menos, poder pagar el alquiler hasta que se alineen los planetas y la oportunidad llame a su puerta.

Malcolm MacDowell interpreta a Thomas, el antiguo director que poco a poco deberá afrontar que ya no es quien manda y que el recién llegado puede que tenga algo que ofrecer. Este recién llegado es Rodrigo, interpretado por Gael García Bernal y que es uno de esos personajes impulsivos y medio locos que tanto juego dan a los actores. Lola Kirke (a la que hemos visto últimamente en “Perdida”) da vida a Hailey, una joven oboísta que lo ha sacrificado todo por dominar su instrumento, y que cuando por fin tiene la oportunidad de entrar en la Filarmónica acaba llegando tarde a la audición. Tras un intento fallido, acabará siendo la asistente personal de Rodrigo hasta que le llegue una segunda oportunidad, si es que llega. Mientras tanto deberá aprender todo lo que pueda de este mundo y esperar pacientemente.

Como ya te he dicho, la historia está basada en el libro del mismo título y el personaje de Hailey resulta ser el de la escritora de la novela. Rodrigo, por su parte, está basado al parecer en el director Gustavo Dudamel, con quien comparte sus dotes de violinista, su fama de apasionado por la música y su gusto en cuestión de mujeres.

Y es que en el fondo la historia de “Mozart in the jungle” no es diferente de la que podemos ver en cualquier otro entorno de trabajo, con gente que recela de los nuevos, el miedo al cambio, el proceso de maduración del recién llegado y el darse cuenta de que algunos cambios son para mejor. Lo que se agradece es que el telón de fondo sea un poco original, porque ya tenemos demasiadas series de policías en Nueva York. Un punto a destacar es la música, auténtica protagonista y, en muchas ocasiones, un personaje más, dando otro toque original a la serie.

Con 10 episodios de media hora, esta primera temporada sabe a poco y la crítica coincide en darle una muy buena nota por lo original de su planteamiento y lo bien que lo ejecuta. Por mi parte, espero que la segunda temporada llegue lo antes posible, que además queda muy bien eso de que los vecinos escuchen música clásica saliendo de tu casa para variar.

Vídeo

Atentamente.
Profesor Falken