Cine en serie: “The comedians”, sonría por favor

Querido Teo:

Hay proyectos que sólo con la mención de sus protagonistas nos hacen pensar que serán un éxito, ya que cuentan con una buena materia prima con la que trabajar. Desgraciadamente, una serie la forman un gran número de piezas, y para que funcione necesitamos algo más que unos nombres conocidos. Este es el principal problema de "The comedians".

La serie es un remake americano de una serie sueca bastante bien considerada en su país de origen, y que nos presenta un falso documental acerca de las dificultades de producción de una serie de comedia, es decir, una comedia dentro de una comedia, todo muy “meta”. Billy Crystal interpreta una versión caricaturizada de sí mismo, un comediante con un pasado de mucho éxito pero que está perdiendo relevancia, que presenta un proyecto a la cadena de televisión FX. En él se encarga de interpretar a todos los personajes de sus sketches, dándose la réplica y parodiando escenas clásicas de su carrera como la de la cafetería en "Cuando Harry encontró a Sally".

El problema es que la cadena no ve claro el concepto y le propone una alternativa, si quiere volver a la pequeña pantalla deberá colaborar con un nuevo talento, en concreto Josh Gad (que en la vida real acaba de estrenar “The wedding ringer” junto a Kevin Hart). Gad también se interpreta a sí mismo, en lo que esperamos sea una versión muy alejada de su yo real. Tras la negativa inicial de Crystal, finalmente accede al proyecto ya que esta es la única alternativa de que su idea vea la luz, aunque sea con algunos cambios.

A partir de aquí se monta una estructura muy previsible de dos estrellas que no se soportan pero están obligados a compartir sus vidas durante el rodaje. Crystal resulta ser un personaje necesitado de aprobación y trato difícil, mientras que Gad se presenta como un comediante inseguro e inmaduro que aplica eso del “Fake it 'til you make it” hasta las últimas consecuencias. Evidentemente los problemas no tardan en aparecer, empezando por una discusión tras su primera jornada que terminará con una víctima colateral en forma del director (luego veremos cómo su reemplazo sirve como excusa para un nuevo enfrentamiento entre ambos).

El principal problema de este planteamiento es que lo que lo hace interesante por un lado, el hecho de que los actores se interpreten a sí mismos, al final termina por limitar lo que se puede hacer con ellos, ya que esperamos que Billy Crystal se comporte dentro de unos ciertos parámetros en lugar de lo que podíamos esperar de cualquiera de los protagonistas de “Parks and recreation”, que no tenían ningún límite de extravagancia al no estar basados en la realidad. Tampoco ayuda repetir el esquema de la extraña pareja y adoptar el formato de falso documental, que empieza a estar demasiado visto.

Pero como he dicho, anclarse en la realidad tiene sus puntos buenos para los espectadores, y es que vamos a ver muchas caras conocidas haciendo cameos en esta serie, como el presentador Jimmy Kimmel y el gran Mel Brooks. A lo mejor con ellos conseguimos ver la química que falta entre los principales protagonistas.

No he visto la serie original porque mi sueco está un poco oxidado, pero a juzgar por las puntuaciones que ha obtenido de los críticos y el público me parece difícil que “The comedians” alcance el mismo nivel, al menos con lo que hemos visto de momento.

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Atentamente.
Profesor Falken