Cine en serie: “The librarians”, Indiana Jones de andar por casa

Querido Teo:

Siguen los estrenos de algunas de las series que tuvieron presencia en el pasado Comic-Con, y en este caso te hablaré de esta serie que continúa una trilogía de películas que se inició hace ya diez años. Con influencias claras de uno de nuestros arqueólogos favoritos, “The librarians” es una serie de aventuras en el sentido más clásico de la palabra, y se permite una dosis de humor que la hace muy amena.

Empecemos con una lección de Historia. En 2004 la cadena TNT produjo “The librarian”, una película protagonizada por Noah Wyle (que en el fondo siempre será el doctor Carter de “Urgencias”), aprovechando la fórmula creada por Spielberg en “Indiana Jones”. Su personaje, Flynn, no es un aventurero curtido como el doctor Jones, pero su vasto conocimiento académico le lleva a cubrir el puesto de bibliotecario, encargado de recuperar y mantener en lugar seguro todo tipo de artefactos mágicos y así evitar que caigan en las manos equivocadas.

En cada una de estas películas vemos a Flynn localizar un artefacto diferente, en la primera entrega se trata de la Lanza de Longino (que es uno de esos objetos legendarios que aparece de vez en cuando en este tipo de películas, por ejemplo en “Hellboy” y en la versión de “Constantine” de Keanu Reeves), en la segunda le toca el turno al tesoro del Rey Salomón y, por último, el cáliz de Judas.

Antes de lanzarse a verlas, hay que tener en cuenta que estamos hablando de películas producidas específicamente para televisión, así que en ocasiones la escasez de medios resulta bastante evidente y, por supuesto, hablamos de producciones para toda la familia. Es decir, que aunque no son precisamente obras maestras sí son lo suficientemente decentes como para una sesión de cine mañanero en casa. Además tienen la gracia de ver a algunos de sus secundarios en papeles fuera de lo que nos tienen acostumbrados, como Sonya Walger (Penny en “Perdidos”) y Stana Katic (Kate Beckett en “Castle”).

Pues bien, la serie continúa con Flynn al frente de la biblioteca, aunque resulta evidente que ya no es ese chaval inexperto de las primeras películas. A cambio se ha vuelto algo más excéntrico, y cuando descubre que se le ha asignado un guardián, algo así como su guardaespaldas privado, no termina de aceptar el hecho de dejar de trabajar solo. La elegida para el puesto es la agente Eve Baird (Rebecca Romijn, mi versión favorita de Mística en “X-Men”), que tiene algunas reservas al principio, cuando empieza a ver lo particular de este trabajo, pero que termina aceptando muy bien su nueva responsabilidad.

El primer problema al que deben enfrentarse es la muerte de unos cuantos aspirantes a bibliotecario, los mismos que se presentaron al puesto cuando lo hizo Flynn. Pronto descubrirán que es parte del plan de la Hermandad de la Serpiente, un grupo cuya misión es liberar todos los artefactos mágicos de la biblioteca y usarlos para cambiar el mundo. Entre la lista de aspirantes localizan a tres que no llegaron a asistir al proceso de selección, y que, de momento, se han librado de la visita de los asesinos de la Hermandad. Christian, Ezequiel y Cassandra son tres jóvenes que como Flynn tienen unas capacidades excepcionales, y que terminan aceptando que si quieren sobrevivir tendrán que entrar en el juego y derrotar a la Hermandad.

Cuando nuestros protagonistas se cruzan finalmente con los malos la cosa termina con una pérdida importante, la de la propia biblioteca. Esto hace que el grupo deba separarse, lo que significa que no veremos a Flynn todo lo que nos hubiese gustado. En su lugar, los protagonistas centrales de la serie serán los nuevos fichajes y el guardián de la biblioteca, Jenkins, interpretado por John Larroquette. Por lo demás el planteamiento es el mismo que el de las películas, aunque obviamente condensado y resumido para caber en el formato de un episodio por artefacto. Recuperar cada uno de los artefactos supondrá que el grupo siga las pistas y resuelva los puzzles que vayan encontrando, mientras evitan que los miembros de la Hermandad se adelanten.

Las críticas son bastante homogéneas, reconociendo esta producción por lo que es, el equivalente en serie de lo que llamamos cine palomitero. También coinciden muchos en que habrá que ver cómo aguantan el tirón sin la presencia de Noah Wyle al frente, haciendo que sea Rebecca Romijn el referente dramático junto a John Larroquette como alivio cómico.

¿Vale la pena? De momento sí, no como serie de referencia sino como una de esas series algo más ligeritas para descansar entre episodios de “The walking dead” y “Juego de tronos”, por poner un par de ejemplos de los más vistos, que nos dan una buena dosis de drama y entre las que se agradece una serie como ésta.

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Atentamente.
Profesor Falken