"El hijo del acordeonista"
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El argumento: David Imaz tuvo que huir del País Vasco a mediados de los setenta, repudiado por los suyos, acusado de traición. A pesar de encontrar la felicidad en California, su pasado le sigue pesando y el sentimiento de culpa no le permite afrontar con serenidad sus últimos días de vida. Joseba Altuna, su amigo de la infancia, acude a despedirse de él y de paso, a ajustar cuentas pendientes. Han pasado mucho tiempo sin verse, pero llegó la hora de enfrentarse a la verdad.
Conviene ver: “El hijo del acordeonista” es una mirada literaria, nihilista y sensible a la realidad del País Vasco que todavía sufre las consecuencias psicológicas de los años de terrorismo con familias rotas y secretos velados. Una cinta con interés social pero que se pasa de melodrama y de cierto acartonamiento a la hora de hablar de la nostalgia y de la relación entre los personajes no logrando encontrar en nuestro cine la película definitiva sobre la pesadilla de ETA con su división, el germen del odio y la brutalidad dantesca e incomprensible de la violencia y los asesinatos, siendo sus artífices causantes del mal y fantasmas de lo que fueron y pudieron ser. Una película de aroma clásico que tira de recuerdos, de miradas que lo dicen todo, de odios que han dado paso a truncar lo que no fue, y de la necesidad de salir adelante no cayendo en los errores del pasado y en los fanatismos de unas ideas mal entendidas que sólo provocan dolor, rabia, sangre y llanto perdiendo toda inocencia.
Conviene saber: Fernando Bernués dirige la adaptación de la novela de Bernardo Atxaga.
La crítica le da un CINCO