El monstruo de la publicidad: Recordando a Jacques Cousteau

Querido primo Teo:

El pasado viernes hubiera cumplido 100 años el hombre que mas amó el océano, y que mejor nos supo transmitir ese amor. Recuerdo que de pequeño, para mi era todo un acontecimiento cada vez que se ponía uno de sus documentales en la televisión. Son en estos documentales donde nos centraremos, ya que a pesar de haber sentado las bases del buceo tal y como lo conocemos hoy en día, con su Aqua-lung, etc… Lo que aquí nos interesa, es la parte audiovisual de su vida y como también ha sido referencia para el mundo de la publicidad.

Todo este periplo audiovisual empezó cuando Cousteau decidió adaptar las cámaras de 35mm para la grabación submarina. Poco después se convirtió en uno de los pioneros en el “divulgacionismo”, idea original de los actuales documentales. Y a pesar de las criticas de una anticuada sociedad científica, el “Capitán Planeta” decidió que la mejor forma de compartir su amor por los océanos y promulgar su protección, era que la gente pudiese ver lo que había bajo la superficie. Para ello diseño “habitáculos” presurizados donde metía cámaras de cine y video y las sumergía en el mar. Les ponía motores para poder nadar codo a codo con las ballenas y demás fauna. También colaboro en diseñar técnicas de iluminación submarina. Todo ello lo cargo y lo movió por los siete mares a bordo de un antiguo dragaminas de la Segunda Guerra Mundial, al que bautizo como Calipso. En resumen, gracias a Jaques, el cine documental, ha llegado a ser lo que es.

Durante su vida, dirigió y produjo una cantidad ingente de documentales para televisión y cine. 115 documentales de televisión y películas para diferentes compañías, incluida la National Geographic Society, de la que fue miembro ilustre. Muchos de estos documentales ganaron grandes premios, como por ejemplo “El mundo del silencio”, que gano un Oscar y la Palma de Oro de Cannes. Parte por la que los cinéfilos le tenemos en alta estima. Y sus avances en iluminación y grabación submarina sentaron la base para que una serie de oceanógrafos y cineastas marinos pudieran continuar su legado. Por otra parte, menos cinéfila y más problemática, fue uno de los mayores defensores del mundo marino. Como en la ocasión que el Príncipe Rainiero le dijo que fuera mas comprensible con las investigaciones nucleares, y este le respondió: “No señor, son sus investigaciones las que deben ser mas comprensivas con nosotros.” O su Carta de Derechos de las Generaciones Futuras donde con ayuda de juristas escribió un documento legal que básicamente decía que las generaciones futuras tienen derecho a disfrutar del un mundo sano, y nosotros no tenemos derecho a destruir ese mundo, pues es nuestra herencia para con ellos.

Como él siempre dijo: “il faut aller voir” "Hay que ir a ver". Intentemos que sus maravillosos documentales no sean lo único que nos quede para ver de el mundo que nos mostró. Gracias Jacques.