El oso mitómano: Ovedito y su lluvia de albóndigas
Querido Teo:
Con el estreno de "Lluvia de albóndigas" en los cines hoy te traigo un reportaje de mi veraneo en Cancun, donde tuve el placer de ser testigo del cocinado de la mayor albóndiga del mundo, que con un peso de 35 kilos, pasó a formar parte del libro Guiness de los Records. La verdad es que el record duró poco porque el pasado 9 de noviembre un restaurante italiano logró cocinar una albóndiga de 100 kilos. Pero por un breve momento en la historia fui testigo de honor de tal evento. En realidad todo se trataba de un acto promocional de la película que narra las aventuras de un científico que logra transformar el agua de lluvia en comida en un experimento que acaba saliendo mal, sumiendo al mundo en una gigantesca borrasca que inunda las ciudades de muslos de pollo, trozos de pizza gigantes, spagettys, donuts y pasteles de crema.
Aprovechando la ocasión me tomé unas instantáneas entre hamburguesa y hamburguesa con el juez mismo de la guía que me contó que era en verdad la albondiguilla mas grande del mundo y que para cualificarla como record tenía que comprobar que estuviera cocinada completamente hasta el centro mismo de la masa de carne, ajo, cebolla y perejil. Todo ello parte de un mega fiestón que Sony dio para celebrar el estreno de la película de animación y en el que como parte de las actividades se sometió a la prensa al ignominioso acto de hacer un reportaje, paraguas en mano, bajo una lluvia literal de hamburguesas (eso si, de plástico, que con tanta hambre en el mundo no estaba la cosa para tirar comida).
La super-albóndiga acabó de plato fuerte en la fiesta de zombies del día siguiente para celebrar otro estreno, el de "Zombieland" como su propio nombre indica. Un fiestuqui en el que bajo la luz de la luna llena los invitados bailaron disfrazados de muertos vivientes por un equipo de maquilladores profesionales traídos de Hollywood para la ocasión. La albóndiga no estaba demasiado buena pero con varios litros de cerveza y suficiente salsa picante se dejaba comer y con las zombies patilargas bailando en sus jaulas a modo de "go-go girls" setenteras y Michael Jackson con su "Thriller" sonando a todo decibelio la cosa resultó de lo más divertida, incluso para un oso paticorto como yo.