"Jean-François y el secreto de la vida"

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El argumento: Francesc, un niño solitario de trece años, descubre en la escuela el libro "El mito de Sísifo", del filósofo Albert Camus, por el que queda fascinado. A partir de este momento se hará llamar Jean-François, se sube el cuello de la chaqueta, y decide convertirse en existencialista. Su nuevo objetivo será ir a París a encontrar a Camus. Luna, una adolescente que vive el presente, le acompañará en su aventura con una única condición: parar por el camino para reencontrarse con el chico francés con el que tuvo una historia el verano pasado. Juntos emprenden un viaje para, con Camus o sin él, descubrir cuál es el sentido de la vida.

Conviene ver: “Jean-François y el sentido de la vida” es una cinta que, a pesar de su aire a Nouvelle Vague naif, con una estética tan sugerente como cuidadosamente fabulada, es todo un tributo a los libros como fábrica de sueños y como leitmotivs vital a través de la historia de este preadolescente, tan maduro para su edad como perplejo a la hora de abordar las relaciones con los demás, que queda fascinado por un texto de Camus emprendiendo la mayor de las aventuras con un grupo de personajes y huyendo del bullying que sufre en su escuela todos los días. Cultureta y juguetona hay que destacar el trabajo de los jóvenes actores Max Megías y Claudia Vega y la verdad es que nos encantaría ver la evolución de este heredero de Antoine Doinel con más películas. Una road movie vital, vistosa y filosófica sobre el existencialismo visto por el prisma de un adolescente que lleva a cabo un camino de iniciación filosófico frente a su carácter introspectivo y reflexivo, con sus problemas y dilemas cotidianos, que emprende un viaje a París evasivo e idealizado que casi como un sueño nos lleva a una aventura hacia nosotros mismos de una manera colorida digna del Wes Anderson contemporáneo y con la literatura jugando un papel crucial en una historia de amor y de lucha frente al acoso escolar. Su trascendencia y referencias culturales podrían ser pedantes pero lo que se logra es un tono de conmovedora iniciación a la vida que está por venir con un uso de la banda sonora exquisito. 85 minutos realmente disfrutables siendo un error que la veamos como algo menor, intrascendente o caduco. Toda una sorpresa.

Conviene saber: Debut en la dirección de Sergi Portabella.

La crítica le da un SEIS