"La odisea de los giles"

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El argumento: Provincia de Buenos Aires, fines del 2001. Un grupo de amigos y vecinos pierde el dinero que había logrado reunir para reflotar una vieja cooperativa agrícola. Al poco tiempo, descubren que sus ahorros se perdieron por una estafa realizada por un inescrupuloso abogado y un gerente de banco que contaban con información de lo que se iba a desencadenar en el país. Al enterarse de lo sucedido, este grupo de vecinos decide organizarse y armar un minucioso plan con el objetivo de recuperar lo que les pertenece.

Conviene ver: “La odisea de los giles” es una cinta que se adentra en el corralito argentino con mala leche y sátira y con el tono coral y de enredo de la dialéctica argentina y la comedia de situación. Un thriller de guión sólido y con mucho colmillo en el que hay entretenimiento a través de su fórmula en la adaptación de la novela de Eduardo Sacheri. Un “Atraco a las tres” con unos tipos que han perdido todos sus ahorros y que buscan vengarse del sistema para no ser más los pardillos de los que se han aprovechado los codiciosos cuando se enteran de que un abogado y el director del banco estaban eran conscientes de la situación y se beneficiaron ellos dejando la ciudadanía indignada, hundida y a su suerte. Un mensaje plenamente vigente sobre un sistema y unos políticos que han decepcionado a sus votantes prendiendo en ellos de manera catártica como un polvorín el espíritu colectivo de anarquía. Quizás la cinta pretenda abarcar demasiado, y explotar con subtramas las circunstancias y motivaciones de sus personajes, pero se ve con mucho agrado por su reformulación de los clásicos del cine de atracos y por un reparto a favor de obra en el que destacan los Darín (Ricardo y Chino) y, especialmente, Luis Brandoni. Tremendamente empática teniendo en cuenta que gran mayoría de los espectadores se sentirán identificados como víctimas del sistema, algo que ya ocurría con el personaje de "Bombita" que Darín abordó en "Relatos salvajes". Una cinta divertida, entrañable, refrescante y que enarbola valores como la solidaridad mediante un guión que funciona como un reloj y que también demuestra la clase de magisterio de los actores de aquel país sea en el género que sea.

Conviene saber: La película pudo verse en la sección oficial fuera de concurso del Festival de San Sebastián 2019 y es la tercera colaboración consecutiva del director Sebastián Borensztein con Ricardo Darín tras “Un cuento chino” (2011) y “Capitán Kóblic” (2016). Representante de Argentina para el Oscar 2020 a la mejor película internacional.

La crítica le da un SEIS