"La última aventura de Robin Hood"
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El argumento: Biopic sobre la decadencia del actor hollywoodiense Errol Flynn, cuyos últimos años estuvieron marcados por su gran adicción a las drogas y al alcohol. En medio de una vida turbulenta llena de amoríos y botellas de vodka, este playboy mantuvo una relación con Beverly Aadland, una actriz de 16 años, a la que conoció cuando él tenía casi 50. La madre de la chica vio en esta relación la gran oportunidad de que su hija, que sólo había interpretado pequeños papeles, alcanzara el estrellato.
No conviene ver: “La última aventura de Robin Hood” es un biopic sin alma y caduco sobre los últimos años de un avejentado Errol Flynn, una triste sombra de lo que fue y que hasta el último momento tuvo problemas con las faldas de las jovencitas. Kevin Kline nació para dar vida al personaje (ya en “Chaplin” interpretó a Douglas Fairbanks) aportándole elegancia, galanura y cinismo pero no logra que mejore en exceso una historia plana que sólo interesa por esa crítica que hace al oportunismo y a la decadencia del star-system siendo en el fondo una historia de amor puro, el último de la estrella, más que el escándalo de Hollywood que se intentó vender. Dakota Fanning, como joven aspirante a actriz seducida por el hombre que tocaba el piano con su miembro, y Susan Sarandon, como madre que quiere sacar tajada del romance, acometen papeles bastante arquetípicos en texto así que tampoco pueden hacer mucho. El problema es que sigue la senda de cintas como “Mi semana con Marilyn”, “Hitchcock” o “Al encuentro de Mr. Banks” de cine dentro del cine ofreciendo un conjunto caduco y telefilmero.
Conviene saber: Richard Glatzer y Wash Westmoreland dirigen esta película después de “Quinceañera” y antes de “Siempre Alice”.
La crítica le da un CUATRO
