“Lola”

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El argumento: Lola, de 18 años, con cabello rubio claro, vive en un hogar de acogida con Samir, su único amigo. Impulsiva y solitaria, está tratando de obtener su diploma como asistente veterinaria. Cuando su madre fallece, su padre Phillip se asegura de que Lola se perderá la ceremonia. Dos años antes de eso, Phillip la estaba echando de la casa de la familia: en ese momento, Lola todavía era Lionel; Philip está decidido a cumplir el último deseo de Catherine: ser dispersada al Mar del Norte, en las dunas de la casa de su infancia. Lola, por otro lado, está furiosa contra su padre, pero no dejará a su madre sola en este último viaje. Así que se van juntos, ambos no dispuestos a compartir un auto pero decididos a llevar a Catherine a casa.

Conviene ver: “Lola” es un drama belga que habla sobre la transexualidad y que se centra en la conflictiva relación entre una hija y su padre que no acepta el paso que ha dado en su vida. Lola es una joven que está dispuesta a someterse a una operación para reasignar su sexo a pesar de no contar con los apoyos de su padre que en el pasado la echó de casa. Su madre ha fallecido y expresó su deseo de que sus cenizas fueran a la Costa del Mar del Norte, donde vivió su infancia. Padre e hija estarán obligados a convivir durante unos días para cumplir la última voluntad del único ser que era capaz de unirles pero para ambos será muy difícil. Laurent Micheli intenta comprender las posturas de dos personajes que son incapaces de sentir empatía entre ellos: Lola siente que su cuerpo no refleja su identidad y que los demás no tienen el derecho a imponerle lo que debe sentir, mientras que su padre es un hombre que se vio desbordado por la situación de enfrentarse a una transición de género en su familia y asumió una posición derrotista, de odio y de miedo ante un absoluto desconocimiento de su hija repudiándola por ello. “Lola” reside en las interpretaciones de su pareja protagonista. La debutante Mya Bollaers deslumbra con su naturalidad y la expresividad de su mirada. Resulta auténtica metiéndose en la piel de un personaje que se caracteriza por ser fiel a sí misma y que está asumiendo que en su proceso ha tenido que crearse una coraza para evitar las críticas de los demás. Por otro lado, Benoît Magimel está impecable como un hombre carcomido por una idea equivocada de lo que es su hija y con quien el espectador termina empatizando por sus dudas, miedos y vulnerabilidad aunque no se comparta su mismo punto de vista. “Lola” habla de un tema de actualidad con valentía y honestidad, la transfobia de una sociedad que sigue teniendo muchísimos prejuicios en torno a la transexualidad, especialmente cuando nos encontramos ante adolescentes, pero resulta esperanzadora en un relato que no oculta los sinsabores de una vida en su conjunto agridulce pero que invita a la tolerancia, la comprensión y la libertad durante un viaje de gran carga emocional con una sensibilidad que cala en esa convivencia de padre e hija recorriendo los paisajes belgas que se basa en el recuerdo de la persona que han perdido para estrechar lazos entre ellos.

Conviene saber: Segunda película de Laurent Micheli.

La crítica le da un SEIS