Nocturna 2014: "Wolf creek 2", Jaume Balagueró y cine de terror con sabor clásico

Querido primo Teo:

Empecé con “Wolf creek 2”, secuela de la, para mi sobrevalorada, cinta australiana. El argumento de las dos trata sobre un granjero de cerdos que se encarga de limpiar el país de jóvenes turistas. La primera no me terminó de llenar y ésta sigue los mismo patrones pero engrandecidos, más violencia, más sangre, más “humor”, y con alguna que otra escena bastante irreal e increíble. A los fans de la primera ésta les encantará, al resto nos ha dado un poco igual.

Luego, y con un poco de retraso, era el momento de entregar el premio Maestro del Fantástico a Jaume Balagueró, uno de los mejores directores de nuestro país dentro del género. El premio se lo ha entregado la actriz Marta Etura.

La película que se proyectó fue la última que él ha estrenado, “Mientras duermes”, del 2011 y de género de suspense, algo alejado de los cánones de este festival. Quizás por todo eso la sala estaba vacía, una verdadera lástima. Si hubieran puesto otra de su filmografía habría estado más lleno y él se hubiera sentido más arropado. Yo el film no lo vi en su momento y me ha gustado bastante, Luís Tosar hace un gran papel.

Para finalizar el día teníamos el estreno mundial de “Wax” y el pase del corto “La ropavejera”. Previamente ha habido un pequeño photocall en la entrada y luego se han presentado en la sala tanto la película como el corto.

“La ropavejera” se ambienta libremente en la historia de Enriqueta Martí, conocida como "la vampira de Barcelona". En una gran casa alberga a niños pequeños a los que prostituye y mata, además de dar fiestas con la clase alta de la ciudad. El corto está bastante bien, y tiene una fotografía en blanco y negro a destacar. Eso sí, un poco largo para ser un corto.

Y por último la película “Wax” de Victor Matellano, el mismo que ayer nos trajo el corto “La cañada de los ingleses”. Se nota que el director y guionista es un fan acérrimo del cine de terror clásico y así se demuestra en toda la película con constantes referencias a infinidad de cintas, un homenaje a lo clásico pero poco más. La historia es sencilla, un periodista ha de pasar la noche en el Museo de Cera de Barcelona y grabar todo lo que pase allí, al mismo tiempo se nos cuenta la historia del Dr. Knox, el mayor asesino vivo que existe y del cual hay una figura del museo.

Está filmada en parte como found footage, y en parte con cámara normal, por suerte y debido al desenlace de la película y a la multitud de cámaras que hay, tanto las del protagonista, como las del Dr. Knox y las de seguridad del propio museo, se consigue un resultado aceptable, que no el mejor. Sigo sin entender la tontería de los infrarrojos en la cámara, tú verás a oscuras pero la luz que emite la pantalla hace que te vean, y eso nunca pasa. Y como película se puede dividir en las tres partes clásicas, la primera y la última aburren, la del medio tiene momentos buenos. Como he dicho, un buen homenaje que se queda ahí.

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