Espresso: Una nueva oportunidad para "¡Bruja, más que bruja!" de Fernando Fernán Gómez

Querido Teo:

40 años después de su estreno A Contracorriente Films sigue la buena iniciativa que inició el año pasado con "El mundo sigue". Ahora le ha tocado el turno a otra película “maldita” dirigida por Fernando Fernán Gómez que sufrió ser demasiado rompedora para su tiempo con esta zarzuela que servía para dar un golpetazo a esa España profunda, oscurantista y caciquil de la que el país intentaba desprenderse en plena Transición. La película no fue entendida en su momento y ahora se espera que tenga una segunda vida dando la casualidad de su estreno en 10 salas españolas la misma semana en que ha fallecido su protagonista, Emma Cohen.

Esta zarzuela libérrima e imprevisible con música de Carmelo Bernaola fue concebida con unos personajes paródicos y esperpénticos que servían para criticar la sociedad española de los 50 y también para ser, en cierta manera, precursora de la icónica y posterior “Amanece que no es poco” de José Luis Cuerda y que para su productor Juan José Daza mere ser comparada en argumento con "El cartero siempre llama dos veces". Fernán Gómez y el guionista Pedro Beltrán crea un musical castizo y singular para el que se contó con voces líricas para los números musicales que no hacen más que sorprender y confirmar el disparate y la ligera sonrisa. Una España asfixiante con la que el Fernán Gómez intentó acercarse a un género musical que le fue conquistando con el tiempo tras muchos prejuicios en su juventud.

En la cinta da vida a Don Justino, el cacique del pueblo que se interpone en el romance de su sobrino Juan (Francisco Algora) que parte a la mili y de Mariana (Emma Cohen). Aprovechando la ausencia obligada del joven, el cacique se casa con la moza aburrida ésta de esperar y teniendo que seguir la senda del convencionalismo de la época. El cuarteto lo completa la bruja lugareña (Mary Santpere) propiciando, a su manera, la relación de los jóvenes (cuando Juan vuelve de la mili y se encuentra semejante panorama) y una conspiración para asesinar a Don Justino.

Una cinta fresca, mordaz y genuina que merece una oportunidad para comprender su legado e importancia de radiografía de una época en una figura, la de Fernán Gómez, inabarcable y legendaria.

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Nacho Gonzalo