CINEASTA ANTONIO ISASI-ISASMENDI
"Vendí caramelos en los cines"

Tengo 78 años, nací en Madrid, crecí en Barcelona (¡me considero barcelonés de la Rambla!) y vivo en Eivissa. Durante cincuenta años me dediqué al cine: actor, montador, guionista, director, productor... Tengo tres hijos, M Teresa, Antonio y María. Soy agnóstico y soy un progresista de pro. Fundé los estudios de rodaje de Esplugues

VÍCTOR-M. AMELA - 19/01/2005


Ya no hace películas?

-Paré hace ya quince años... después de dedicar cincuenta años de mi vida a mis películas, a lo que llamo un cine español.

-¿Un cine español? ¿Qué quiere decir?

-Yo hice películas a la americana, con estrellas internacionales como Jack Palance, Elke Sommer, Karl Malden, Lee J. Cobb...

-Algo insólito en España entonces, ¿no?

-Sí. Hice un cine que gustaba. Una de mis películas, Las Vegas, 500 millonesse estrenó a la vez en 40 cines de Nueva York!

-¿Fue usted el antecesor de Amenábar o Almodóvar?

-Con Los otros,Amenábar hace hoy lo que yo hacía 30 años antes: traer a España a elementos americanos, y exportar cine.

-Veo que prefiere Amenábar a Almodóvar.

-Es más cercano a mí. Pero de Almodóvar me apasiona Hable con ella,por ejemplo.

-¿Y qué hace usted ahora?

-Otear la Península desde Eivissa...

-Dice que ha hecho cine durante ¿50 años?

-Es que empecé con 12 añitos... ¡como doblador! Mi madre, Nieves Lasa, era actriz de teatro, y un día consiguió trabajo en el estudio de doblaje La Voz de España...

-Eso estaba en Barcelona...

-Sí: yo viví toda mi niñez en una buhardilla del barrio chino, junto a la Rambla, con mi madre... Yo la acompañaba a sus sesiones de doblaje y esperaba sentado en una butaca del fondo, en la penumbra... Un día estaban doblando la película El pequeño lord...

-La del niño Freddy Bartholomew...

-Sí, y en un plano aparecía un niño voceando periódicos, y nadie del estudio había previsto convocar a un niño para doblarlo.Y entonces la gran dobladora Marta Fàbregas dijo: "¿No está el niño Lasa sentado ahí detrás? ¡Pues que lo haga él!".

-¿Y ahí empezó su carrera en el cine?

-Sí, pero lo que me fascinaba allí fue un cuartito donde dos o tres personas trabajaban rodeadas de rollos de metros de película: los montadores. Gracias a mi madre, me colé allí de meritorio...

-Siempre su madre...

-Fue una mujer extraordinaria, valiente, buena... Yo fui hijo natural...

-¿Sí? ¿Cómo fue eso?

-¿De verdad le interesa?

-Sí.

-Ella tenía 17 años cuando la casaron con el hijo de una familia burguesa de Figueres. Su marido se la llevó a Buenos Aires... ¡y allí la abandonó, con 19 años! La dejó sola.

-¿Y él se volvió?

-Sí. Luego, ella se enamoró allí de un empresario de teatro y se hizo actriz. Regresó a España y aquí se convirtió en cabeza de cartel. En sus giras, se enamoró de mi padre, un soldado que venía de la guerra de África...

-Oiga: ¡qué película!

-Romántica y dura. Mi madre actuaba por toda España: yo nací en la Puerta del Sol... y poco después mi padre moría, y mi madre tuvo que apañárselas sola conmigo.

-Su padre le dejó apellidos vascos, ¿no?

-Sí: Isasi-Isasmendi significa zarza del monte de la zarza. Y mi segundo apellido, el Lasa de mi madre, también es vasco.

-Pero su vida fue barcelonesa, me decía...

-Sí.No olvidaré jamás el ruido de las bombas cayendo sobre la rambla de las Flors, y a mi madre yendo al frente a actuar para los milicianos de Durruti... Tras la guerra, mi madre hacía bolos por pueblos catalanes con paupérrimas compañías. Alguna vez subí yo al escenario, de muy niño, ¡y hasta huíamos de alguna pensión, por no poder pagarla...!

-Miserias de posguerra...

-Yo vendía caramelos en los cines y teatros de Barcelona, con mi cestita: el cine Savoy, el cine Vergara, el teatro Cómico... También voceé periódicos en la Rambla...

-¡Iba usted entrenado para aquel doblaje!

-Ja, ja... Los doblajes de mi madre empezaron a solucionar nuestra economía doméstica. ¡Y yo pronto me convertí en el montador más joven de España!

-¿Y qué hizo con su primer dinero?

-Estaba a punto de comprarme una barquita para salir de pesca en la Barceloneta... cuando un colega me ofreció una filmadora de mano, americana, preciosa...

-Adiós a la barca, imagino...

-¡En cuanto empuñé esa cámara, supe que eso era lo mío, que todo iba a funcionar!

-¿Empezó ahí su carrera como director?

-Filmé un documental, Barcelona és bona..., por el que me dieron el premio Ciudad de Barcelona de 1950, con 23 años. ¡Y seis años después se estrenaba una película mía, Relato policiaco,en el cine Coliseum!

-¿Barcelona era la capital del cine español?

-¡Todo estaba en Barcelona! El centralismo acabó con eso: había que ir a Madrid para todo: permisos, censura, subvenciones...

-De su filmografía, ¿con qué se queda?

-Tierra de todos,de 1961, sobre la Guerra Civil. Casi no se ha visto, pero yo la quiero muchísimo... La que me catapultó a la fama fue La máscara de Scaramouche,y mi éxito más internacional fue Las Vegas, 500 millones: ¡pasé de vender golosinas en los cines de Barcelona... a ser productor en América!

-Tiene mucho mérito...

-En 1972, para Un verano para matar, intenté traer a España a Kirk Douglas: esforzándome mucho le ofrecí 250.000 dólares, y me soltó: "¿Y algo más?". ¡Era poco para él! Lo suplí con Karl Malden... En fin, estoy contento, he hecho cosas bonitas.... Como fundar mis estudios de rodaje en Esplugues.

-¿Y le queda hoy algo pendiente?

-Sí: ¡me duele que TV3 no emita mis películas! No lo entiendo: como barcelonés de la Rambla,me entristece sentirme más considerado en Madrid que en mi propia casa...

IL U S I Ó N


Decidió que "haría un cine que gustase a la gente", y se trajo a España a las mejores estrellas del cine americano, descubrió a artistas españoles ("yo descubrí a Amparo Baró", me apunta)... Isasi-Isasmendi ha intervenido en medio siglo del cine español, y se lo conoce como nadie: "Hacer cine en España ha sido siempre muy difícil, una locura... Es un edificio que se sustenta únicamente en una pata: la ilusión, ¡la ilusión de unos pocos locos!". Los que saben le consideran el mejor montador que ha tenido nuestro cine, pero no hay nada que no haya hecho detrás de la cámara, y él lo repasa en Memorias tras la cámara (libro editado por la SGAE), recuerdos de medio siglo de oficio. Cansado, se despidió hace quince años con El aire de un crimen, película basada en la novela de Juan Benet