Billy Wilder.- »Diamond y yo escribimos esta escena final un domingo. Con el guión llevabamos sólo dos o tres días de adelanto con respecto al rodaje, pero a esas alturas teníamos que haber encontrado el final. Habíamos llegado hasta la frase en la que Lemmon se quita la peluca y grita «¡Pero soy un hombre!». Y pensamos durante horas en la última respuesta de Osgood. Le hacíamos contestar So wak! o Big deal! Después de pasarnos todo el día escribiendo con esfuerzo, estábamos casi agotados. Finalmente a Diamond se le ocurrió Nobody is perfect! Era el final de un chiste muy popular entonces sobre un matrimonio que se pelea. La mujer le dice al marido: “Eres un perfecto idiota” y el hombre le contesta: “Nadie es perfecto”.

 Ninguno de los dos estábamos muy entusiasmados con la idea, pero puesto que -como ya he dicho- estabamos muertos de cansancio, nos dijimos:

»-Bueno. ¡Dejémoslo así hasta el lunes! Quizá mañana o pasado mañana se nos ocurra algo mejor. Por suerte no se nos ocurrió nada mejor. Y lo dejamos como estaba: Nobody is perfect!.

 

(Wilder a MELLMUTH KARASEK, autor de una biografía del director)»