NOTAS DEL DIRECTOR

“Una voz resuena en el tiempo. La voz masculina se rompe ahí en dos pedazos, es como si estuviese en dos tiempos. La voz de los hombres es el tiempo hecho voz”.

(Pascal Quignard, sobre el cambio de voz de los adolescentes, en “La lección de música”).

Hace unos años viajé por primera vez a la Isla de San Fernando, persiguiendo algo que sabía que era imposible de encontrar: el fantasma del mítico cantaor Camarón de la Isla.  Como era previsible,

de mi admirado Camarón no hallé otra cosa que los rastros de su leyenda, una presencia sutil y corpórea a la vez, espectral como un eco. Sin embargo, lo que más me fascinó a lo largo de aquellas estancias, cada vez más frecuentes, en la bahía de Cádiz, fueron una serie de paisajes y personas que me marcaron con tanta intensidad que me vi empujado a hacer esta película.

El origen

Así, el origen de “La leyenda del tiempo” no se encuentra en ninguna idea

preconcebida, sino en encuentros imprevistos, como el de los hermanos

Cheíto e Israel, el más joven de los cuales estaba justo en la pubertad, en ese

instante en que la voz te cambia para siempre, cuando llega la hora de

enfrentarse al mundo de los adultos y al primer amor; o en la presencia, para

mí tan misteriosa y sorprendente, de las cientos de jóvenes japonesas que

dejan atrás sus vidas y cruzan medio mundo para aprender a expresar sus emociones mediante el flamenco; en la belleza de las salinas, las marismas y las playas azotadas por el viento de levante; en las tabernas gaditanas, o en el último pescador de atunes japonés desembarcado aquí, un marinero en tierra decidido a echar el ancla en estas tierras.

 

Personajes reales

Ésta es una película de personajes

reales;   abierta   a   lo   inesperado   y

escrita en presente, a medida que los

sucesos fortuitos y los imaginados

se entrecruzaban. Un retrato de dos

personajes,      Israel      y      Makiko,

prácticamente  opuestos,   pero  que

comparten        una        característica

definitiva: aunque aún no lo saben, están a punto de cambiar para

siempre. Por eso, “La leyenda del tiempo” también es una película sobre el

momento del cambio, que busca retratar ese momento, tan desapercibido, en

que mudamos de piel para convertirnos en alguien distinto al que éramos ayer.

 

 

BIO ISAKI LACUESTA

Perfil:

Nació en Girona en 1975. Su primer largometraje, “Cravan vs Cravan” (2002) fue premiado en diversos festivales internacionales. La crítica española la reconoció como la mejor ópera prima del año con el Premio Sant Jordi RNE. Entre otros premios, recibió en el Festival Internacional de Cine de Sitges los galardones al director revelación y el del público a la mejor película.

Sus cortometrajes han participado en diversas exposiciones, ha escrito varios guiones de largometraje y compagina el cine con la docencia (en los Másters de documental de la Pompeu Fabra y la Universidad Autónoma de Barcelona). Ha colaborado en diversos medios escritos publicando artículos sobre cine, música y literatura.