Querido sobrino:

 

Los dos papeles principales son el de Dave el Dandi, un duro, presumido, pero supersticioso contrabandista de licores que lucha contra la pandilla rival por el control del territorio de Manhattan, y el de Annie de las Manzanas, la jefa de los mendigos de Times Square, que se ve metida en un lío viviendo una mentira en bien de su hija ilegítima. Hay otro papel: “Queenie” Martin, una golfa cínica en su ocaso y propietaria de un club nocturno.

Capra tenía casi 65 años cuando comenzó a pensar en esta película. Con un guión tan bueno creía que no tendría problemas con las estrellas. Pero no fue así. Las “supernovas ideales” para el papel de Dave el Dandi eran Frank Sinatra o Dean Martin. Frank Sinatra  devolvió el guión que le mandó capra tan rapidamente que el director dijo que se sintió como si hubiera sido una pelota de tenis devuelta por el mejor “revés” de las pistas. La devolución de Dean Martin fue igual de rápida y contundente.

Capra pensó entonces en un chico nuevo llamado Steve McQueen. Pero McQueen no fue aceptado por el Estudio. Capra cuenta que estaba comiendo espagueti con albóndigas para almorzar en un restaurante de Los Ángeles cuando Glenn Ford se detuvo en su mesa, camino de la salida…..

“¡Glenn! –saludé–. ¿Qué haces fuera de la sala de maquillaje? –Glenn estaba en más películas que los guardaespaldas del presidente.

            –Mi astrólogo me dice que tengo que interpretar el papel de Dave el Dandi, para “Un gángster para un milagro” de Frank Capra.

            –Dile a tu astrólogo que orientaré mi azimut a la United Artists y le diré algo en una hora.

            En la UA sonaron teléfonos a larga distancia. El veredicto: Ford inaceptable como una superestrella. Aceptable si hacía pareja con una fuerte nova femenina.….”

Ford recibiría un salario en efectivo de 350.000 dólares por diez semanas de su tiempo, ¡35.000 dólares a la semana! Capra recibiría, por sesenta y cinco semanas de trabajo como productor-director-guionista-montador, aproximadamente 1.500 dólares a la semana.

Ford obligaba a contratar a su propio maquillador, su especialista en vestuario, su secretario, el chófer, su publicitario y su foto fija personal. Toda la ropa que llevara en el filme tenía que estar hecha a la medida, y debía quedar como propiedad de Ford sin ningún coste. También debía de tener derecho de elección de cualquier mobiliario o utilería comprados para el filme.

Además Ford obligó a Capra a darle el tercer papel, el de la propietaria del club nocturno a su joven amiguita, Hope Lange, lo que obligó a cambiar el papel para adaptarlo a un personaje mucho más inexperto y joven .

Además de eso, la imposición de Ford impidió que el papel de Ana la de las manzanas lo hiciera la actriz prevista por Capra, cosa que resulto al final ser una suerte . Cuando Capra sugirió ofrecerle el papel a la Davis, a Glenn Ford se le iluminó el rostro.

            –¡Bette! ¡Mi vieja querida Bette! Mi viejo amor. La actriz era quien le había dado su primera oportunidad como su oponente en “Una vida robada”, (A Stolen Life) en 1946.

Bette Davis pensaba que Hollywoodla odiaba, y ella odiaba en todo caso a Hollywood Y después de cinco años no quería volver allí para interpretar a una vieja bruja sentimental, un papel estupendo, sí,-dijo la actriz- “me encanta interpretar este tipo de papeles, ¿pero una Cenicienta de sesenta años? ¡Puaf!”

            Bette Davis, una estrella mucho más grande que Glenn Ford, firmó a cambio de un salario. Apartada de Hollywood desde hacía años, todavía no había oído que las estrellas se incorporan a la película y exigían «un pedazo de la acción, el pedazo más grande».

            Bette Davis fue indudablemente la mejor de todas las posibles actrices para Annie de las Manzanas.