OTROS ARTÍCULOS COLECCIONABLES

 

Ya hemos comentado la necesidad de almacenar correctamente los discos que integrarán la colección, e igualmente es evidente que pueden ir acumulándose libros, revistas y DVDs (de éstos hablaremos más adelante). Pero con el paso del tiempo la colección puede verse enriquecida con otros objetos curiosos que pueden resultar muy gratificantes.

Por supuesto en primer lugar están los ejemplares extraños de discos: ediciones insólitas como el disco hexagonal de La amenaza de Andrómeda, citado ya al hablar de los LPs; existen otros long-plays de excepción, como los llamados picture-disc, con fotos o dibujos grabados sobre el propio vinilo (así se hizo con E.T. o El Señor de los Anillos de Leonard Rosenman, por ejemplo), o los vinilos coloreados, como ocurrió con el LP de Naves misteriosas de Peter Schikele, confeccionado en vinilo verde en consonancia con el mensaje ecologista de la película. Pero aparte de los discos, a continuación vienen las fotos de compositores: cuando uno lleva adquiridos veinte discos de un mismo compositor, créannos, como mínimo empieza a sentirse la natural necesidad de verle la cara y saber qué aspecto tiene. Afortunadamente internet ofrece miles de imágenes y esta búsqueda es sencilla en el caso de los músicos más famosos, pero más de uno ha empezado su colección de fotos de compositores, y en orden alfabético pueden constituir un álbum realmente interesante. También se incluyen fotos de sesiones de grabación y de conciertos, y sobre todo el aficionado guardará con más cariño aquellas fotos que él mismo les hizo o se hizo con ellos con motivo de viajes a algún concierto o visitas del admirado autor a su ciudad. Esos mismos encuentros permiten obtener el detalle de un autógrafo, sobre un simple papel o sobre una de las carátulas de los discos.

Como veremos más adelante, numerosos DVDs incluyen entre sus extras entrevistas con los compositores, pero en algunos casos concretos existe la posibilidad de hacerse con videos exclusivos sobre un determinado autor, como los que ya se han hecho sobre Ennio Morricone o Basil Poledouris.

La afición lleva a guardar casi cualquier cosa; algunos de nuestros amigos conservan también recortes de prensa de hace más de medio siglo por el hecho de aludir a un compositor de cine, programas de conciertos, camisetas con portadas de discos estampadas, gorras y corbatas con el nombre del compositor favorito, e incluso sellos postales, como los editados en Estados Unidos dedicados a los compositores de Hollywood.

Todo lo que se conserva con cariño resulta positivo.