"Bela Lugosi, Drácula vampirizado"
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Titulo: "Bela Lugosi, Drácula vampirizado"
PVP : 16,83 €
Autor: Javier Cortijo.
TB Editores.
Drácula debió haber tenido el rostro de Lon Chaney, pero el hombre de las mil caras murió de cáncer antes de poder aceptar el papel y el conde dientudo le cayó a Bela Lugosi y su acento cárpato. Bela aceptó hacerlo por 500 dólares a la semana, que se recuerda como uno de los sueldos más bajos de entonces para un trabajo como aquel.
La película no se basó en el libro original de Stoker sino en una adaptación teatral que no le había gustado nada a la viuda del autor, pero que resultó bastante eficaz y marcó a Bela para el resto de su vida.
En realidad se llamaba Bela Blasco, y formó parte del Teatro Nacional de Budapest, donde se lo recuerda como uno de los impulsores del sindicato de actores de su país mientras se desmoronaba el imperio austrohúngaro (1918). Tras participar en un levantamiento revolucionario, se exilió en Alemania. Allí colaboró con Murnau y luego fue uno de los muchos autoexiliados a Hollywood, donde la fama de su vampiro, le desequilibró. Las excentricidades a las que se veía obligado para promocionar sus cintas acabaron por afectar su sistema nervioso. Fue entonces cuando un médico le recetó morfina por primera vez. Cuando murió era un colaborador asiduo de Ed Wood, que pasa por ser el peor realizador de toda la historia del cine, pero algunas de las frases más famosas del celuloide ya estaban grabadas para siempre, con acento húngaro y pronunciación sibilante :
"Soy Drácula. Le doy la bienvenida"
"Yo nunca bebo... vino"
"Escuche. Lobos. Hijos de la noche. Qué música maravillosa hacen".
La historia de su vida es dramática, pero también divertida y sigue toda la huella del cine clásico, la huella que dejó en los cuellos de sus víctimas y en nuestra cultura. Aquí te ofrecemos unas páginas del libro para estimular… tu apetito.
