"A silent voice"

La web oficial.

El argumento: La historia gira en torno a Shôko Nishimiya, una estudiante de primaria que es sorda y que al cambiarse de colegio comienza a sentir el bullying de sus nuevos compañeros. Uno de los principales responsables es Ishida Shôya quien termina por forzar que Nishimiya se cambie de escuela. Años después, Ishida busca la redención de sus malas acciones.

Conviene ver: “A silent voice” es toda una sorpresa por su habilidad para tratar en registro de anime el tema del acoso escolar, algo que muchas cintas han intentado pero que ésta logra abordar con emoción y eficacia. Teniendo en cuenta las concesiones que tienen que hacer los ajenos al género, el alto grado de valor poético, los irreales e irregulares recursos visuales, y los tiempos muertos, la directora logra tocar la fibra con una historia que nos muestra no sólo como afecta el bullying a una niña, sino en lo que eso supone para la otra parte, la que tiene que cargar con el sentimiento de culpa de lo que hizo y en cómo afectó y trastocó la vida de esa inocente a la que martirizó y acosó en la escuela por su sordera. Entroncando con “Your name” en lo visual, la cinta presenta personajes complejos y ricos marcados por la soledad, el egoísmo y la frustración reflejada en los actos de acoso con el fin de sentirse desde más fuerte como más valorado socialmente, haciéndole enmendarse en el futuro pero cargado por la culpa que le impide relacionarse con los demás y cuyo drama le atormenta día a día agarrándose a la oportunidad del perdón cuando verdugo y víctima vuelven a encontrarse años después. Las elipsis también mandan y vertebran la historia que es un puzzle psicológico sobre nuestros miedos, fantasmas y rodando con gran sensibilidad un tema universal tratado aquí de una manera más psicológica que de denuncia social, lo que crea unos personajes contradictorios, rotos y bien definidos que convierten a la cinta en toda una proeza sobre el dolor, la crueldad infantil y las consecuencias que tiene todo acto.

Conviene saber: Es el tercer largometraje de la directora Naoko Yamada, uno de los grandes nombres de la Kyoto Animation adaptando el manga de Yoshitoki Ōima.

La crítica le da un SIETE