"Hello, my name is Doris"

La web oficial.

El argumento: Un seminario de autoayuda inspira a Doris, una mujer sesentañera, para perseguir románticamente a su joven y nuevo compañero de trabajo.

Conviene ver: “Hello, my name is Doris” podría repeler a algunos espectadores por la estrambótica personalidad de la protagonista, que es toda la película, algo como ocurría en “Happy, un cuento sobre la felicidad” con la desbordante interpretación de Sally Hawkins. Aquí es una sesentona encarnada por Sally Field, con complejo de Peter Pan, síndrome de Diógenes y con una apariencia ridícula y estrambótica, que si logra meterse al espectador en el bolsillo hace que su personaje desborde ternura e ingenuidad casi como una adolescente que se enamora del guapo del instituto tras perder a una madre a la que ha cuidado con abnegación hasta el final. Aquí envalentonada por un curso de autoayuda a que lo intente con su joven y carismático nuevo compañero de trabajo. Una mirada al derecho a la capacidad de amar e ilusionarse a cualquier edad enarbolando de una generación abocada a la soledad y al arrinconamiento que se tiende a guardar bajo la alfombra en la sociedad actual a pesar de lo mucho que tienen que aportar por experiencia y, en muchos casos, valores. Una película honesta, tierna y reflexiva, así como chispeante en sus golpetazos de humor que van desde Billy Wilder a Bridget Jones, con una soberbia Sally Field que logra no caer en la sobreactuación y que, como se vio en “Lincoln”, el cine ha hecho bien en recuperar tras unos años algo perdida.

Conviene saber: Basada en el cortometraje de la coguionista Laure Terruso “Doris & the intern” (2011).

La crítica le da un SIETE