"Life feels good"

Podemos ver el trailer.

El argumento: Narra la historia de Mateusz, un hombre de 30 años que padece parálisis cerebral y, dentro de sus limitaciones, lleva una vida relativamente normal. Acaba de ser internado en un centro de salud mental, donde determinarán su nivel de discapacidad.

Conviene ver: “Life feels good” es un equilibrado relato más entretenido que lacrimógeno sobre un tipo aquejado de una discapacidad, algo que no le impide incorporarlo como algo normal en su vida. A pesar de los resortes más descarados de este tipo de cine, con el tema de superación personal marca de Hollywood acompañado de la música envolvente y algunas escenas que aprietan el alma y todas las costuras emociones, lo más interesante es ver como esta historia ambientada en los 80 nos presenta el desarrollo de un personaje en relación su país, Polonia. Equilibrada, bien medida y efectiva deja el valorable trabajo Dawid Ogrodnik (al igual que el niño Kamil Tkaczy), impagable en la escena en la que se enfrenta a un tribunal forzando más su discapacidad o en cada recuerdo sobre la ausencia del afecto amoroso, y como a pesar de tratar un tema manido le dota de cierta personalidad y autenticidad (adaptando el caso real) pero también hacer un efectivo híbrido entre la accesibilidad de Hollywood y el estilo más austero de encuadre, escenas largas y reposadas y puesta en escena que van desde el hogar familiar, con una potente escena durante una cena, o con el espectro de las importantes elecciones de 1989. Podría haber sido un nuevo “Mi pie izquierdo” pero al final intenta ser algo distinto y genuino, reflexivo, natural y sutil con temas profundos que buscan la conciencia más que la emoción lacrimógnea.

Conviene saber:  Trabajo de Maciej Pieprzyca que ganó en el Festival de Montreal 2013 el premio a la mejor película y en el Festival de Gijón 2014 los premios de actor y dirección artística.

La crítica le da un SIETE