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Querido Teo:

Hace unos cuantos años llegaba a nosotros una película llamada "La clase". Con la Palma de Oro bajo el brazo, este filme era un prodigio de realismo, verdad y sencillez. Se esperaba mucho, por tanto, de la siguiente obra de su director Laurent Cantet que, sin embargo, es todo lo contrario a su predecesora. “Foxfire”, que así se llama, resulta en todo momento impostada y falsa. Nunca consigue conectar con un espectador, que acaba cansado por su excesiva duración y al que acaba por dar igual lo que le ocurra a esta hermandad secreta que deciden luchar contra el machismo de la sociedad americana de los años 50. Es un logro para el Festival de cine de San Sebastián haber conseguido que un director de renombre como Cantet presente aquí su nueva obra, sin embargo la sensación de decepción entre los cinéfilos ha quedado bastante patente tras su primer pase. No es que “Foxfire” sea peor que “La clase”, es que no resulta propia de un director como Cantet.