James Cagney

Recordando clásicos: James Cagney, mafioso con alma de bailarín

Recordando clásicos: James Cagney, mafioso con alma de bailarín

Querido primo Teo:

'No quiero ser conocido solamente por un tipo de papel. Intento actuar en muchos papeles diferentes''. (James Cagney)

Los verdaderamente grandes actores son capaces de acoplarse a cualquier tipo de papel, James Cagney fue uno de esos intérpretes todoterreno que bordaban cualquier personaje y lo hacían completamente suyo. Cagney fue un actor de carácter y de singular trayectoria, puesto que, sin ninguna duda, era un intérprete de contrastes (por su mirada turbia y por su rostro de facciones duras encajaba en el perfil de gangster a las mil maravillas pero, en su carrera, también mostró una vertiente mucho más cómica y luminosa), Cagney, de hecho, siempre se consideró cantante y bailarín antes que actor. Esa dualidad interpretativa constituye uno de los aspectos más interesantes de su labor como actor, poseía una asombrosa capacidad para mimetizarse con cualquier papel, nada se le resistía.

"James Cagney. El gángster eterno"

Esta es una biografía desde la admiración hacia el único actor clásico capaz de convencer igual como gánster que como cómico o bailarín; ni el gran Jack Lemmon hubiera superado en versatilidad a Cagney. "Uno, dos, tres", "Al rojo vivo" y "El enemigo público" se conservan en magnífico estado y el American Film Institute eligió hace unos años la frase «Lo conseguí, Ma. ¡La cima del mundo!» como la 18ª cita más célebre de la Historia del cine norteamericano, la historia del hombre que las interpretó merece ser mejor conocida.

Título: "James Cagney. El gangster eterno"

Autor: Jaime Boned

Editorial: T&B Editores