Mr. Pinkerton

Mr. Pinkerton y el misterioso robo estratosférico

Mr. Pinkerton y el misterioso robo estratosférico

¡Hola muchacho!

Me han dicho que te llevaste a un grupo de guiris estudiantes de Erasmus de excursión por el anatómico forense y te castigaron secuestrándote tus DVDs de “A dos metros bajo tierra”. Llevo mucho sin escribirte, pero ha sido por una razón importante, una razón, digamos, estratosférica. Te cuento. Estaba yo allá por Junio corriendo por la calle. No es que estuviese persiguiendo a un sospechoso, sino que estaba haciendo deporte ya que me estaba poniendo algo fondón. Estaba en el Parque del Retiro, y de repente vi cómo dos señores enchaquetados y con gafas de sol se pusieron detrás de mí y tan cerca que notaba su respiración golpeando con mi nuca. Como me pareció una situación harto desagradable, decidí pararme en seco, con lo cual acabaron chocando contra mí y fuimos los tres al suelo rodando como niños de guardería. Después de quitarnos el polvo, en un inglés de Misuri, me dijeron que tenían que llevarme a la embajada estadounidense.

Mr. Pinkerton y los dolorosos sueños olímpicos

Mr. Pinkerton y los dolorosos sueños olímpicos

¡Hola muchacho!

¿Cómo has pasado el verano? Me han dicho que descubrieron que habías vaciado una tumba en el cementerio y lo habías llenado de agua para hacerte tu piscina-jacuzzi particular… Yo he pasado un verano placentero, con mis vacaciones en las playas del estrecho y echando de menos a Magda, que me ha pedido una excedencia para irse con los de Greenpeace a salvar ballenas…