Un tranvía llamado deseo

Recordando clásicos: Melodramas de alto voltaje para el verano

Recordando clásicos: Melodramas de alto voltaje para el verano

Querido Teo:

Verano, fiel compañero de la niñez y enemigo del trabajo, quizás sea la estación que más sentimientos encontrados genera. Para el cine americano siempre ha significado mecedoras en porches de madera, cerveza, noches eternas y, sobre todo, sentimientos enfebrecidos. Es una verdad universalmente reconocida, sin duda gracias en gran parte al reggaetón, que el verano la sangre altera y que no hay tiempo más propicio para el amor.

Recordando clásicos: “Un tranvía llamado Deseo” (1951), personajes a la deriva

Recordando clásicos: “Un tranvía llamado Deseo” (1951), personajes a la deriva

Querido primo Teo:

Resulta complicado analizar en profundidad la trayectoria artística de un autor magnífico e irrepetible como fue Tennessee Williams, generalmente poseedora de una densidad e intensidad apabullantes y que puede dejar sin aliento al espectador menos acostumbrado a cintas de tanto calado emocional. Sin duda, las constantes de sus textos reinciden en el deseo a múltiples niveles y en un incesante estudio de la complejidad del ser humano. Sus personajes son seres perdidos, desdichados y complejos.