«El primer trabajo que conseguí en mi vida fue en Coney Island», escribió en “The Groucho Phile” (“El Grouchófilo”, 1976, coescrita con Héctor Arce). «Cantaba una canción sobre un barril de cerveza y conseguí un dólar. Más tarde canté en el coro de una iglesia protestante, hasta que descubrieron que algo iba mal. Por eso me daban un dólar cada domingo [...]. Empecé mi carrera en el espectáculo a los quince años, en 1905, contestando un anuncio por palabras en el “New York Morning World”. El anuncio pedía un chico que supiese cantar para un número de vodevil, habitación y comida y cuatro dólares a la semana. Cuando vi el anuncio, corrí desde casa en la calle 93 hasta la calle 33. El nombre del tipo era Leroy, y busqué su nombre en los buzones. Luego subí corriendo cinco pisos y llamé a la puerta. Abrió un hombre. Llevaba kimono y tenía los labios pintados. ¿Ésa era la profesión en la que querían que me metiese?»