En sus últimos años abandonó el cine y sólo rompió ese silencio para publicar alguna novela gráfica o realizar sin mucho interés anuncios para la televisión, como el del vermú Campari o la pasta Barilia. (Barilla añadió a regañadientes la palabra rigatoni, un término que en argot significa felación, en el anuncio, que acababa con una frase que garantizaba que Barilla siempre te hacía sentir al dente.)