HOMBRE EN LA LUNA Durante años han circulado rumores de conspiración sobre el papel que supuestamente jugó Kubrick en el montaje de un falso alunizaje. Según la leyenda, a principios de 1968 varios oficiales de la NASA se pusieron en contacto con él para hacerle la lucrativa oferta de «dirigir las primeras tres misiones espaciales a la Luna. Tras varias negociaciones, Kubrick llegó a un acuerdo y pasó los siguientes dieciséis meses en un plato especial en Hunts-vi I le, Alabama, montando hasta el más mínimo detalle de los alunizajes de las naves Apollo 11 y Apollo 12. La película, con Neil Armstrong, Buzz Al-drin y compañía levitando sobre la superficie lunar, se proyectó en televisión y pasó a convertirse en algo real para el crédulo público estadounidense. El propio director manejaba la emisión televisiva por control remoto desde el Centro Espacial Johnson, en Houston, utilizando el mismo proceso de proyección frontal que en las secuencias del «Nacimiento del hombre en 2001. Cuenta la historia que cuando llegó el momento del Apollo 13, Kubrick se retiró del proyecto alegando diferencias creativas. (Se ha dicho que Kubrick quería que la misión fallara, pero los oficiales de la NASA rechazaron su guión.) No es necesario decir que nunca se han encontrado pruebas que demuestren esta teoría, la cual, de ser verdad, haría de Kubrick el bromista más grande de la historia del cine.