La idea es restaurar una avenida peatonal de kilómetro y medio de longitud a lo largo del Nilo, junto a la cual se alineaban esfinges talladas en piedra. Solo unas pocas de las originales perduran hoy. De ser restauradas, darán origen a un parque recreativo. Es difícil saber ahora si al final esto parecerá auténtico desde un punto de vista estético o arqueológico, o si será algo, digamos, parecido a Las Vegas. yDe cualquier modo, Luxor se ha convertido en un entorno estrictamente controlado, en términos económicos, orientado al turismo masivo. Entre las actividades preseleccionadas para los turistas de los cruceros hay visitas a "talleres" de alabastro, alfombras y otros souvenires. (Lo que no se dice es que la inmensa mayoría de estos artículos se hacen en China y que los "trabajadores" locales inician un hervidero de actividad en cuanto ven las luces delanteras de los autobuses turísticos). Hay severas advertencias de no deambular por Luxor, a causa de los peligros para la seguridad, y este alarmismo trae aparejado que los turistas solo gasten su dinero en tiendas preseleccionadas y que los ya menguados negocios de los pequeños comerciantes de Luxor se reduzcan todavía más. Estas prácticas han distanciado a los lugareños de la gran industria y de los propios turistas. yAlgunos observadores advierten que el plan de Farag está adoptando un enfoque opuesto al de la mayoría de los proyectos de conservación, aislando a los lugareños y desvinculándolos del ciclo de prosperidad generado por los monumentos con los que conviven. "Todos los demás han hecho lo contrario", dijo Nigel Hetherington, un joven conservacionista inglés. "En todos los demás proyectos se involucra a la gente del lugar. En Luxor, están tratando de excluir a la comunidad local. Ese es un buen modo de crear terroristas". Hetherington ha examinado a fondo el plan de Farag. En última instancia, el objetivo es sacar de Luxor a veinticinco mil residentes para hacer sitio a una experiencia turística de más nivel. Hetherington predijo que "se las verán negras" cuando la ciudad demuela la mezquita para hacer sitio a la avenida de las esfinges.