A diferencia de los días de convalecencia en cama, que se había impuesto él mismo, después de un accidente durante una investigación que le dejó tetrapléjico, Rhyme pasaba la mayor parte de sus horas activas sobre su silla de ruedas Storm Arrow de color cereza, equipada con un novísimo controlador por ratón MKIV que su ayudante, Thom, había encontrado en la empresa Invacare. El controlador, sobre el cual reposaba el único dedo que Rhyme podía mover, le daba mucha más flexibilidad que el antiguo mando bucal accionado por inhalación y exhalación.