En enero de 1973 se organiza un preestreno bastante favorable, pero los directivos de Universal se sienten defraudados y así lo expresan en plena sala de proyección. Los gritos ante docenas de personas que escupió Coppola a esos ejecutivos forman parte de la leyenda de los años setenta en Hollywood: "Debriáis poneros de rodillas y agradecer a Lucas que salve vuestro trabajo. Este chaval se ha matado por terminar la película para vosotros, y hacerlo en el tiempo previsto y dentro del presupuesto. Lo menos que podéis hacer es agradecer lo que ha hecho". Luego dijo que si la empresa no quería la película la compraba él en ese mismo instante, mientras se echaba la mano a la cartera, gesto que se estaba convirtiendo en un tic. Este ordago hizo reflexionar a la productora y distribuidora Universal, que pidió unos retoques sin importancia] en la cinta para conceder su aquiescencia final. Se presenta en un pequeño cine de Los Ángeles, en agosto de 1973, y en pocas semanas se revela como una de las más taquilleras de Universal. Coppola ha subrayado que fue el mayor éxito comercial de la historia: con un coste inferior a los 800.000 dólares la recaudación supera los 55 millones. Tanto Lucas como él consiguen fuertes beneficios económicos gracias al boca a boca que impulsa a American Graffiti como fenómeno de masas, pese a la ausencia de recursos publicitarios. Cinco nominaciones al Oscar acabaron por disparar la rentabilidad hasta la estratosfera. El espejismo concluye el 2 de abril de 1974, cuando El golpe acapara la parte del león de los galardones concedidos por la Academia, pero el resultado de taquilla marca época. Con el dinero embolsado, Lucas afrontará pronto su Guerra de las galaxias. Pero la mente de Coppola está ocupada por su propia película. Ya está en marcha la segunda parte de El Padrino y teme que esta reiteración le cuelgue una etiqueta de especialista en gangsters de la que no pueda zafarse jamás, La nueva estrella en el firmamento cinematográfico quiere ser artista y que se le reconozca como tal, de forma que necesita abrirse un camino personal al mismo tiempo. Se resiste con uñas y dientes a ser encasillado. Por eso nace La conversación, cuya semilla se plantó tras leer un reportaje en la revista Life a mediados de los años sesenta sobre Irving Kershner. Este hombre divulga la invención de micrófonos capaces de captar el diálogo de dos personas en medio de una multitud. Funcionan de forma selectiva y operan de modo idéntico a un arma que apunta hacia su objetivo por el visor.