La bellísima Alex (Monica Bellucci) sale de la fiesta. Es de noche y la zona está repleta de prostitutas. No encuentra un taxi y, ante la imposibilidad de cruzar al otro lado de la calle por los coches que pasan, una de las chicas le indica que lo haga por el paso subterráneo que hay cerca. Ella, que acaba de enterarse que está embarazada, camina de forma muy sexy por la calle con su vaporoso vestido blanco, donde sobresalen sus pezones erectos, haciendo ruido con los tacones camino al pasadizo. Finalmente llega a la rampa, baja por ella y comienza a cruzar un macabro pasaje repleto de suciedad y con las luces parpadeantes. Cuando está a punto de alcanzar el otro lado, se cruza con un proxeneta de muy mala pinta llamado Le Tenia (Jo Prestia) que lleva sujeta a una de sus rameras. En un momento determinado comienza a golpearla ante la atónita mirada de Alex que se queda petrificada sin saber muy bien qué hacer. Ante esta situación, la puta sale corriendo por el otro lado del pasadizo y, aunque Alex intenta hacer lo mismo, el hombre la coge de un brazo. Ella le pide que la suelte e intenta pedir auxilio, pero el chulo, excitadísimo, la empuja a la pared al tiempo que le enseña nervioso una navaja para que se calle. Después la obliga a tumbarse de espaldas en el suelo y se coloca encima de ella tapándole la boca con una mano mientras con la otra se baja la cremallera del pantalón mientras no para de hablar: «No te muevas. Te voy a dar por culo. Te voy a reventar el ojete. Te lo voy a hacer como nunca te lo han hecho. Putita de mierda... no te muevas, no te muevas!... ¿Te han dado alguna vez por culo, eh?...». Al fondo, un tipo va a cruzar el pasadizo pero, ante lo que está pasando y para evitar problemas, se da media vuelta. Mientras, Le Tenia sigue tapando la boca a la chica, que no para de forcejear y llorar, intentando metérsela: «¿Tu maromo te da por el culo, eh?, ¿te gusta? ¡No te muevas!, Quieta, joder!... (Finalmente la penetra, empujando con fuerza). «Tienes el culo muy estrecho. Te voy a romper el culo... (sigue empujando mientras con una mano continúa tapándole la boca y con la otra le tira del pelo). «Te lo advierto, como me cagues encima te mato, ¿lo has comprendido?. Pequeña burguesa de mierda. Tienes el culo muy estrecho. Tienes el culo de mariquita. Normalmente esto no me gusta, burguesita de mierda, pero por una vez...». Alex extiende la mano en señal de auxilio, mientras sigue gimoteando. El chulo deja de tirarle del pelo, saca un bote de su bolsillo y esnifa cocaína como un desesperado mientras pone cara de éxtasis y continúa sodomizándola: «¿Te vas a callar, zorra? ¡¡¡Calla de una vez, perra!!!. Perra, te la meto hasta el fondo. Nunca te lo habían hecho tan bien, eh... (le toca el culo y nota algo) «¿Hay sangre o te has corrido?, ¿estás sangrando?. Dile a papá cómo te gusta. Díselo a papá. ¡¡¡Llámame papá, puta, guarra!!!». El tipo se mueve con más fuerza mientras le lame la cara hasta que finalmente, acaba corriéndose dentro. Después se tumba extasiado, mientras Alex, medio desnuda y humillada, arrastrándose en el suelo, llorando, comienza a toser y parece atragantarse por haber tenido la boca tapada tanto tiempo. Le Tenia se pone de pie, orgulloso, y se abrocha la cremallera poniéndose frente a ella, que está de rodillas en estado de shock. Vuelve a insultarla con su agresividad habitual: «¡Acojonante!, ¿a dónde vas, guarra?, ¿a dónde vas así?... ¿Crees que he acabado contigo, eh, zorrita burguesa? Mírame... ¡Mírame cuando te hable!...¡¡¡Mírame, joder, pedazo de cerda. Mírame. Asquerosa... Cerda repugnante!!! (gritando como loco)». Sin venir a cuento, el violador le pega una patada tremenda en toda la cara, lo que hace que ella dé una vuelta en el suelo siendo aprovechado por él para darle otra fuerte patada en la espalda: «Pedazo de carroña, pedazo de carroña... ¿te crees que el mundo es tuyo, eh?, sólo porque estás buena, ¿eh?.... ¡¡Puta asquerosa, puta de mierda!!... ¡¡¡Toma!!! (le proporciona otra patada con fuerza en la nariz). «Te voy a arreglar esa carita, aún no he acabado contigo. Todavía no... (se pone encima de ella y le golpea salvajemente la cara con su puño). «¿Un poco más, perra?, ¿un poco más? ¡¡Te partiré la cara!! (ahora la coloca boca abajo y le golpea la cara contra el suelo, desfigurándola por completo y dejándola inconsciente. Cuando acaba, se levanta satisfecho) «Ahora sí que he terminado contigo, pedazo de mierda... (le escupe)... Todo ello ocurre en la película francesa Irreversible (Irréversible, 2002), de Gaspar Noé. La secuencia completa, rodada en un solo plano secuencia, dura desde el minuto 41:00 hasta el 54:00 de metraje. Desde que comienza a penetrarla hasta que termina son tres minutos y medio, mientras que la brutal paliza se la suministra en dos minutos exactos. Esto es cine insano.