Para ahorrarse la charla, puso la radio y sonó un tema de swing. Fue moviendo el dial. Pasó por alto una balada, hizo una pausa en un discurso de Roosevelt y luego volvió a la balada. Era Billie Holiday interpretando Autumn in New York. Autumn in New York, Why does it seem so inviting? Autumn in New York, It spells the thrill of first-nighting? 3. El otoño en Nueva York / ¿por qué resulta tan tentador? / El otoño en Nueva York / tiene la emoción de una primera noche. Escrita por un inmigrante bielorruso llamado Vernon Duke, Autumn in New York se convirtió en un clásico del jazz prácticamente de inmediato. Quince años después de ser interpretada por primera vez, Charlie Parker, Sarah Vaughan, Louis Armstrong y Ella Fitzgerald habían explorado sus límites sentimentales. En veinticinco años habría interpretaciones de esas interpretaciones a cargo de Chet Baker, Sonny Stitt, Frank Sinatra, Bud Powell y Oscar Peterson. La misma pregunta que nos plantea la canción sobre el otoño nos la podríamos plantear nosotros acerca de la canción: ¿Por qué resulta tan tentadora? Cabe suponer que uno de los factores es que cada ciudad tiene su propia estación romántica. Una vez al año, las variables arquitectónica, cultural y hasta hortícola se alinean con el curso solar de tal manera que los hombres y mujeres que se cruzan en las calles perciben una insólita sensación de promesa romántica. Como las Navidades en Viena, o abril en París. Así es como vemos los neoyorquinos el otoño. Al llegar septiembre, pese a las horas menguantes, pese a que las hojas sucumben al peso de las grises lluvias otoñales, nos produce cierto alivio comprobar que los largos días estivales han quedado atrás, y hay una paradójica sensación de rejuvenecimiento en el aire. Glittering crowds And shimmering clouds In canyons of steel— Theyre making me feel I'm home. Its autumn in New York That brings the promise of new love. A Sí, en el otoño de 1938, decenas de miles de neoyorquinos caerían bajo el hechizo de esa canción. En locales de jazz o en restaurantes, los maltrechos y los acomodados asentirían reconociendo con una sonrisa que el inmigrante bielorruso tenía toda la razón: de alguna manera, pese al invierno en ciernes, el otoño en Nueva York promete un efervescente romance que te hace ver el perfil urbano de Manhattan con otros ojos y pensar: «Es bueno volver a vivirlo.» Aun así, no puedes por menos de preguntarte: si es una canción tan optimista, ¿por qué la interpretaba tan bien Billie Holiday?