'Cuando los dinosaurios dominaban la tierra'. Val Guest. 1970 Cuando los dinosaurios dominaban la Tierra esta película no podía haberse hecho. Primero porque no había hombres y después porque los dinosaurios carecían de los necesarios conocimientos técnicos, aunque lo que ha quedado de ellos parece indicar que destacaban por la puesta en escena. Lástima de ojos humanos para verlo. Sinopsis Sanna, que está a punto de ser entregada en sacrificio para aplacar al dios-sol, salta al mar, donde es rescatada por el fornido Tara (Dónde han ido a buscar esos nombres: Sanna, Tara, Ayak, Kingsor, Khaku, Kane, Ulido: un misterio. ) y sus amigos pescadores de problemas. El que Tara vuelva con Sanna no gusta a Ayak, que era en su pueblo el novio de casarse. ...y entonces ya no había dinosaurios Creer lo que no vimos es consecuencia de lo que nos contaban de pequeños. El hombre primitivo veía una boca abierta, tremenda, y rara vez pensaba que era la boca del futuro. Decía: "Un tigre dientes de sable". Bueno: no lo decía porque aún no sabía hablar. Y si hubiese sabido no habría sabido que era un tigre. Pensaba: "Un bicho". Y era un bicho. El hombre primitivo tenía una mentalidad práctica. Veía el problema y echaba a correr. El tigre lo cogía y otro hombre aprovechaba su experiencia: "Hay que correr más deprisa que los tigres". No en conceptos. El hombre, que pensaba, todavía no sabía que pensaba: era el instinto. Pero echaba a correr más deprisa que el otro. Cuando el tigre lo atrapaba también y se lo merendaba esa experiencia servía a un tercer hombre: "Correr no soluciona este problema". Se escondía y el tigre lo encontraba. Y al hombre primitivo, en tanto que individuo concreto, ya no le hacía falta la cabeza. Hasta que a un hombre primitivo, a fuerza de mirar y de aprender, se le ocurrió calcular las distancias, correr sólo un poquito, apartarse de pronto y provocar que el tigre cayera a un precipicio y se hiciera papilla rebotando en las piedras. Así el hombre primitivo conoció, al mismo tiempo, la caza con señuelo y la hamburguesa. Pero un día, hablando ya, al hombre primitivo otro hombre primitivo a quien no le gustaba correr y que era el único que nunca podía comer carne, le dijo: "No es una boca abierta. Es el abismo del terror que se manifiesta en un dios-tigre al que debes temer". Para que el otro no comiese tampoco. Hace un millón de años, estábamos a tiempo. Incursiones La duración (100 minutos), el país (Reino Unido), el lugar de rodaje (las Canarias), la música (Mario Nascimbene) la aproximan en el espacio y en el tiempo a su antecedente Hace un millón de años', de Don Chaffey (1966, con, en el bikini, Raquel Welch), que a su vez se basaba en el guión de Baker, Frickert y Novack de 1940. El tiempo pasa poco. Y el hombre sigue siendo el menos animal de entre los primitivos (salvo cuando le pide a Victoria Vetri que se acorte la falda para a continuación poder decir obscenidades). Películas con animales y hombres prehistóricos tenemos unas cuantas. Ya en el sonoro y ambientadas entonces, por ejemplo: '1.000.000 Years Before Christ' (Hal Roach y Hal Roach hijo. 1940) —a la que se ha aludido—, Mujeres prehistóricas' (Gregg C. Tallas. 1950) o la muy seria 'En busca del fuego' (Jean-Jacques Annaud. 1981). Animales de entonces todavía en acción —conservación de las especies, como en el Lago Ness—: King Kong' (los dos King Kong', más el de Guillermin), La isla del fin del mundo' (Robert Stevenson. 1974) —con auténticos vikingos que hablan sueco en el original— o 'Viaje al centro de la Tierra' (Henry Levin. 1959). Animales de entonces recién hechos: La isla misteriosa' (Cy Enfield. 1961) o Parque Jurásico' (Steven Spielberg. 1993), más sus varias secuelas. Terminemos con la piel de entretiempo: 'Yo fui un cavernícola adolescente' (Roger Corman, 1958).