Son gente rara los hackers No solo el cine, también algunos casos auténticos han extendido una iconografía del hacker un tanto esperpéntica. La imagen del eterno adolescente refugiado en un sótano lleno de aparatos medio desmontados y figuritas de Star Wars, sin amigos y alimentado a base de galletas de chocolate, no es real. Al menos, no siempre. Gary McKinnon, ha pasado una década a la espera de una finalmente denegada extradición a Estados Unidos. El Pentágono lo consideraba el mayor ciberterrorista de la historia por haber entrado en los sistemas de los principales organismos de defensa de Norteamérica, además de en los de la agencia espacial NASA. En diciembre pasado se desestimaron los cargos1 y fue puesto en libertad. Durante el día cortaba el pelo en una peluquería. Por las noches, se dedicaba a colarse en los ordenadores más protegidos del mundo. ¿Para qué? Según afirmaba él mismo en una entrevista a la BBC2 concedida en 2006, quería simplemente obtener información clasificada sobre ovnis y vida extraterrestre. McKinnon, utilizaba como nickname un más que significativo término: Solo. No solo es el nombre (más bien el apellido) de uno de los papeles protagonistas de la saga Star Wars, el interpretado por Harrison Ford: Han Solo. El término, también, está relacionado con el adjetivo en español "solo": sin compañía. Aunque, en este caso, en inglés, su uso se reduce al ámbito musical, como cuando digo "un solo de guitarra" o "un cantante solista". McKinnon, además, tiene diagnosticado el síndrome de Asperger, un tipo de autismo. Sin duda, McKinnon se sentía solo. Aun admitiendo que resulta muy sospechoso que se introdujera en los sistemas tanto de la NASA como de la US Air Force, como decía, para buscar información clasificada sobre extraterrestres... ¿no podía, simplemente, estar buscando amigos?3 2.5.5 ¿Hay un perfil definido del hacker? El intento más serio, sin embargo, de establecer un perfil psicológico de los hackers mínimamente válido estadísticamente fue el llevado a cabo por Raoul Chiesa4 en la Unidad de Delitos Emergentes de la UNICRI (un instituto de Naciones Unidas para la investigación criminalística ubicado en Turín). Desde ahí, dirigió el Hacker's Profiling Project, con el que se buscaba definir el perfil psicosocial de los hackers a través de más de mil doscientas encuestas contestadas por ellos mismos. ¿Los resultados? Pues son mayoritariamente hombres (solo una de cada veinte es mujer), con un coeficiente intelectual alto o muy alto y con conocimientos avanzados en ciencias (no solo informática, también física, matemáticas o química). ¿Dificultades de comunicación? Estadísticamente, se encuentran, sí. Pero pueden ser achacables al momento en el que la mayoría de ellos entran en este mundillo: en plena adolescencia. De todos los que hemos entrevistado para este e-book, ninguno parece, sin embargo, tener este problema. ¿Suerte? "Hombre, nadie te va recomendar que hables con un psicópata ?dice, con humor, Jaime Blasco?, pero los hay". Efectivamente, todos parecen conocer a gente con bastantes rarezas. Sin embargo, no es eso lo que los caracteriza. 2.5.6 ¿Cómo se ven ellos mismos? "Un hacker, para mí, es sobre todo alguien con muchas ganas de aprender, de adquirir conocimientos, pero no solo sobre seguridad informática, sino sobre cualquier cosa", continúa Blasco. En las conferencias a las que suele acudir, como RootedCON en Madrid o Black Hat y Def Con en Las Vegas, se encuentra con gustos muy diferentes: "Hay gente aficionada al lock picking, que es abrir cerraduras utilizando ganzúas, que les gusta la edición de vídeo, etcétera". La curiosidad por temas de lo más variados (aunque al cerrajero que nos servía de ejemplo al principio de este capítulo no le sonará extraño eso del lock picking) es lo que caracteriza a estos casi siempre jovencísimos informáticos. Curiosos y, también, autodidactas. El propio Jaime Blasco era aficionado a la seguridad informática desde los doce años. Hay niños que se conforman con jugar a los videojuegos y otros que se interesan más por saber cómo funcionan por dentro esas cajas mágicas de las que sale tanta diversión. ¿Dónde aprendió? Él mismo, con internet (que, cuando él tenía doce años, apenas acababa de empezar en España, su país), participando en foros... De hecho, años después, dejó a mitad la carrera de Ingeniero de Telecomunicaciones: los conocimientos que necesitaba para su especialidad no estaban en la Universidad. Montó su primera empresa de seguridad informática y abandonó los estudios. Al menos los estudios reglados. Muchos de ellos sí que culminan una ingeniería, aunque son ya hackers mucho antes de empezarla. Otros, como Blasco, no. O como Julian Assange, que esgrime un doctorado en Ciencias Informáticas perteneciente a una dudosa universidad on-line en la que, por un precio fijo, cualquiera puede obtener ese título. Pero da igual. Ahora las universidades están empezando a incluir estos temas en sus programas formativos, pero hasta hace muy poco, solo se podía aprender seguridad informática de una forma: utilizando nuestra ganzúa en la red. 1 Ver la noticia en la BBC: http://www.bbc.co.uk/news/uk-20732804 2 Aquí se puede ver el perfil de Gary McKinnon en la BBC: http://www.bbc.co.uk/news/uk-19946902 3 En realidad, buscaba evidencias sobre una nueva fuente de energía limpia de origen extraterrestre, según dijo. 4 Aquí se puede ver el esquema de una presentación del propio Chiesa en una conferencia sobre seguridad informática: http://www.virusbtn.com/pdf/conference_slides/2009/Chiesa-VB2009.pdf --------------- ------------------------------------------------------------ --------------- ------------------------------------------------------------