todavía había muchos lugares en la ciudad donde ligarse a un hombre. El propio Hollywood Boulevard estaba lleno de bares gays por entonces. Algunos de los más conocidos eran el Slim Gordon, el Bradley y la Jade Room. Antes de eso también estaba el famoso Streets of Paris, situado por debajo del nivel de la calle, en un sótano cerca de Cherokee Avenue. En los servicios, una pared de mingitorios estaba reservada para glory boles o «agujeros gloriosos». ¿Qué era un agujero glorioso? Bueno, es sobradamente conocido que a los hombres les encanta la felación. A todos los hombres. Y en el mundo gay podría decirse que es la forma más común de desahogo sexual. Muchos gays obtienen un placer adicional cuando les chupa la polla un total desconocido. Y para eso es el agujero glorioso. El pene se introduce en un agujero en la pared y alguien completamente extraño lo mama al otro lado. Sin nombres, sin caras, sin identidades. Sólo el puro placer erótico. El bar Streets of Paris tenía una hilera de seis o siete orificios. Cada uno estaba separado del otro por un tabique a la altura de la cintura, por meros motivos de privacidad. Pero a un montón de gays les pone poder ver al tío de al lado con las ingles pegadas contra la pared, retorciéndose de gusto hasta llegar a la eyaculación. Entonces el tipo sacaba la minga del agujero, se subía los pantalones y volvía al bar. La persona que le había satisfecho el deseo era una perfecta incógnita. Durante las décadas de los cin-cuenta y sesenta atendí el bar en las fiestas privadas de muchos maricas que tenían agujeros en sus casas. En muchos casos estaban en rincones elegantes, palaciegos, revestidos de mármol, junto a la zona de la piscina o en una habitación contigua al cuarto de baño de invitados o al dormitorio. Los bares gays de Hollywood Boulevard eran baratísimos en los años cincuenta. Sólo entre Highland Avenue y Vine Street, una distancia de seis o siete manzanas, había por lo menos diez bares, todos ellos muy concurridos.